Vuelven a detener a ex piloto y empleado de la Celo en una causa por narcotráfico

1 junio, 2022

José Alberto Mrakava fue apresado ayer en su casa

Meses de paciente investigación que incluyó el análisis de escuchas telefónicas, testimonios y pericias derivaron ayer en una nueva detención de José Alberto Mrakava (49), empleado de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo), ex piloto y dirigente del automovilismo provincial implicado en una megacausa por drogas.

La captura fue ordenada por el juez federal de Oberá, Alejandro Gallandat, a partir de nuevos elementos aportados por la fiscal Viviana Vallejos que permitirían vincular a Mrakava con una organización criminal dedicada al narcotráfico.

Por recomendación de su defensor particular, el sospechoso se abstuvo de declarar y quedó alojado en una dependencia de la Unidad Regional II de Policía de Oberá.

El jefe de inspección eléctrica de la Celo ya había sido detenido el 21 de mayo de 2019 en el marco de una investigación por presunto transporte de marihuana, expediente que luego derivó en otras causas: acopio de armas y lavado de activos, ambas ante la Justicia Federal; más una tercera por un vehículo hallado en su poder con pedido de captura por robo en Buenos Aires, tramitada en el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá.

En aquella ocasión Mrakava permaneció casi dos meses y medio alojado en la Seccional Tercera, hasta que el 1 de agosto de 2019 el Juzgado Federal le concedió la prisión domiciliaria, mientras se continuaba con la pesquisa por la causa principal por estupefacientes.

Tras gozar de una extensa licencia médica, en diciembre del año pasado retomó sus tareas en la Celo.

En tanto, la detención de la víspera se registró en horas de la madrugada en su domicilio y estuvo a cargo de personal de Gendarmería Nacional Argentina (GNA). 

Presuntas conexiones

En diálogo con El Territorio, un vocero del caso precisó que si bien por el momento se mantiene la carátula del expediente que dio origen a la investigación, en esta segunda instancia se incorporaron causas que serían conexas y podrían derivar en una asociación ilícita para el transporte de estupefacientes.

Según las pesquisas, que contaron con el aporte de la Justicia Federal de Corrientes, Mrakava tendría vínculos con Alberto Daniel Esquivel, oriundo de Candelaria, y con el obereño José Alberto Laurencio, tal como se desprende de escuchas y peritajes telefónicos.

Esquivel fue detenido al mando de un camión que transportaba más de ocho toneladas de marihuana incautada en San Ignacio en agosto del 2020. A fines del año pasado la Justicia Federal de Corrientes dejó firme la prisión preventiva.

Los uniformados de la Delegación de Inteligencia e Investigación Criminal de la Prefectura de Ituzaingó, Corrientes, venían siguiendo sus pasos desde enero de aquel año. Tras la autorización del juez Federal de Corrientes, Juan Carlos Vallejos, se hicieron intervenciones telefónicas y seguimientos encubiertos que pudieron reconstruir que Esquivel estaba organizando el movimiento de droga con otras personas, aunque finalmente sólo él fue detenido.

Dicha investigación se inició poniendo la lupa sobre el obereño Laurencio, quien residía en Ituzaingó y en la actualidad está detenido por el tráfico de cocaína y marihuana a Buenos Aires, causa que ya fue elevada el Tribunal Oral de Corrientes para que defina fecha de debate.

Indicios y sospechas

Laurencio venía siendo investigado al menos desde 2017, luego de la incautación de 4.000 kilos de marihuana. Su detención se produjo el 23 de marzo del año pasado en Ituzaingó, donde posee varias propiedades.

Según se detalla en el procesamiento, la droga generalmente entraba por Cerro Corá desde Paraguay, era trasladada a Posadas para su acopio y después transportada a Buenos Aires.

Todo quedó plasmado en la prisión preventiva dictada en junio del año pasado cuando Laurencio fue procesado por tráfico ilícito de estupefacientes con la modalidad de comercio agravado por la intervención de tres o más personas en concurso real con el acopio de municiones. También se dispuso entonces un embargo sobre sus bienes de 30 millones de pesos.

Sobre la presunta vinculación con Mrakava, su defensor particular Sebastián Burg cuestionó la instrucción de la causa y opinó que a su cliente quedó implicado “nada más que por unos chats y unas escuchas” que intercambió con Esquivel y Laurencio.

“Puede ser que la fiscal haya tenido buena intención, pero al no encontrar estupefacientes en los allanamientos del 2019 abrieron otras causas. La fiscal intenta vincular al señor Mrakava con otros actores que sí tendrían vinculación con el narcotráfico, como lo son Laurencio y Esquivel, pero en las escuchas no hay ningún indicio que vincule a mi cliente directamente con los estupefacientes o entrega de sumas de dinero”, mencionó.

En tanto, reconoció que el ex piloto conoce a Laurencio y mantenían comunicación, pero no ligada al narcotráfico. También indicó que al ser detenido Esquivel “la señora quería vender un vehículo y le ofreció a Mrakava. Luego hubo una ayuda económica por la relación que quedó a partir de la venta de la camioneta”.

Como contrapartida, para la Justicia tales indicios sustentaron las sospechas sobre Mrakava.


Las otras causas

El abogado defensor Burg también cuestionó la instrucción del expediente y hasta el trabajo del anterior defensor de su cliente.  “La causa por acopio de armas se elevó a juicio por una muy mala defensa, porque no hubo apelación. Aparte de ser coleccionista, Mrakava tiene todas las armas registradas, salvo dos”, aclaró.

Con relación a la imputación por lavado de activos, ya que en allanamiento de su domicilio en 2019 dieron con 15 millones de pesos diseminados entre moneda nacional y extranjera,  argumentó que

“es normal que muchas personas no confíen en los bancos y mantengan el dinero en su propio domicilio. No es algo extraño”.

Y agregó: “En el expediente por lavado de activos no se solicitaron informes a la Afip para establecer el capital real de Mrakava. Además de dedicarse a la venta de vehículos trabaja en la Celo y tiene un muy buen sueldo, por lo que puede justificar su capital”.

La primera detención del empleado de la Celo se registró el 21 de mayo de 2019 en un operativo conjunto entre Prefectura Naval Argentina (PNA) y la Policía de Misiones. El procedimiento había comenzado un día antes a partir de una investigación iniciada por presunta infracción a la ley de estupefacientes.

Fuente: Daniel Villamea