“Yo tenía relaciones en realidad con Humberto Schiavoni y en menor medida con Martín Goerling”, comentó. Agradeció las oportunidades que le dieron, especialmente su designación al frente del PAMI, pero también destacó que fue su trabajo en el Consejo Deliberante lo que le permitió adquirir un mayor conocimiento de la provincia y la salud pública, manifestó Rubleski.
Sin embargo, la falta de propuestas concretas y de liderazgo en la coalición fue lo que terminó por alejarlo del partido. Rubleski lamentó que dentro del PRO las discusiones internas giraban más en torno a la distribución de los cargos que en la presentación de proyectos para la gente. “Estamos discutiendo a ver quiénes son los seis primeros integrantes porque ya el séptimo tiene miedo de no ingresar”, criticó, y dejó entrever la fragmentación del espacio. “No hay un liderazgo exactamente”, agregó.
Además, remarcó que el PRO no logra conectar con los ciudadanos. “No se llega a la gente con las propuestas, y falta mucho trabajo militante”, afirmó.
Respecto a su futuro político, Rubleski se mostró abierto a la posibilidad de sumarse a otro espacio en el que pueda sentirse cómodo, aunque aclaró que hasta el momento no recibió ninguna oferta formal. “De alguna manera voy a estar ahí”, concluyó. “Yo me considero, como siempre digo, un militante. No estoy atrás de un puesto”.