Acá está el campeón. Acá está el equipo que elogió Pep Guardiola. Y acá está, también, el Julián Álvarez en modo intratable que lo conquistó. Si la derrota contra Unión y el gol tempranero (e insólito) de Patronato hacían suponer que el juego de River no aparecería, el equipo de Gallardo se encargó rápidamente de borrar esa idea. Porque, lejos de caerse, siguió con un dominio y carácter que recuerdan al 2021, ese avasallante que no le dejó cruzar la mitad de la cancha a Patronato. Todavía puede mejorar, es cierto, pero de a poco se empieza a ver la idea del DT para este modelo 2022, con muchos volantes de juego.
De arranque, y como era de esperarse, River manejó la pelota pero no pudo trasladar eso a chances de gol. Todo lo contrario la visita: aprovechando un error de Enzo Pérez en la salida y con Herrera en zona ofensiva, puso a correr a Gudiño (el que más peligro generó) por la izquierda, que quiso sacar un centro y terminó festejando gracias a un rebote en Paulo Díaz. Armani la vio pasar por arriba de su cabeza y el equipo sacó 0-1 en apenas cinco minutos.
El dominio siguió, pero aplacado por algunas decisiones apuradas de Barco y Pochettino, las dos apuestas del Muñe para anoche y que fueron los primeros en salir: con más ganas que claridad, les costó aportar gambeta y precisión. A pesar de eso, un gran Enzo Fernández tomó las riendas y River empezó a encontrar espacios por la derecha.
Ahí, David Martínez apuntó un milimétrico pase en profundidad desde la mitad de la cancha, que encontró a un Herrera que se pareció mucho a Montiel. Esperó el momento justo a que Gallardo le dijera de picar y de primera asistió a Julián Álvarez, que entró por el medio y definió de cabeza.
Pep Guardiola no se equivocó en poner los ojos en el Araña. Como si fuera necesario demostrar que lo del año pasado no fue una racha, el pibe de Calchín aprovechó una gran habilitación del todoterreno Enzo Jr. y le rompió el arco al pobre de Mansilla, una víctima más del intratable goleador. A partir de ahí, y con la calma del resultado, empezó el festival que terminó de redondearse en el segundo tiempo. La tónica se repitió y River fue letal de la mano del mejor jugador del fútbol argentino, quien no perdonó cuando Pochettino lo dejó mano a mano con el arquero.
Otra vez, volvió a ser infalible en la definición y le regaló un hat-trick al DT del Manchester City, quien seguro debe estar orgulloso del nivel mostrado por su nuevo talento. Y el equipo le hizo honor a su reciente declaración, que lo posicionaba como el mejor del continente: al ritmo del toque y la buena circulación en la zona de tres cuartos, todo fue deleite para los hinchas que coparon el Monumental.
Tanto, que Gallardo tuvo el pulso justo para meter a Juanfer en el momento ideal y el colombiano tuvo su noche soñada de regreso en Núñez: de su zurda salió fútbol en su máxima expresión y él mismo generó el penal (que no fue) que luego convertiría. Su sonrisa reapareció en un partido con la Banda puesta.
Pep no se equivocó. Acá está el mejor jugador del país y el equipo que conquistó su exquisito paladar. De la mano de Julián, este es el famoso River Pep….
Fuente: Ole