Se cumplen hoy 17 días de la desaparición de Josías Ezequiel Galeano (15) y la investigación se halla en punto muerto. Es como si se lo hubiera tragado la tierra, ya que hasta ahora todas y cada una de las hipótesis y sospechas fueron descartadas.
Por su parte, sumida en la angustia que le genera la incertidumbre por el actual paradero de su hijo, Carolina Ramírez reconoció que teme lo peor y apuntó sospechas hacia el accionar policial, al punto que ayer radicó una denuncia por presuntos apremios ilegales en perjuicio del menor antes de su desaparición.
La presentación fue radicada ante la fiscal de instrucción Dos de Oberá, Myriam Silke.
En la denuncia, la progenitora aportó datos de un supuesto testigo que el 30 de abril -el día de la desaparición- vio golpeado a Josías, quien le pidió ayuda y le contó que había estado detenido.
En ese contexto, tal como publicó El Territorio en su edición del último domingo, cobra relevancia una fotografía policial difundida por la Unidad Regional II en el marco de las pesquisas, donde se observa al chico parado frente a una patrulla con las luces encendidas.
En dicha imagen Josías aparece con un ojo morado y lleva puesta la misma campera roja que tenía al momento de su desaparición, según describió su mamá en la denuncia original.
Por ello, ante las suspicacias que genera el caso, desde la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT) anticiparon que recomendarán el apartamiento de la Policía de Misiones y que la investigación quede a cargo de alguna fuerza federal.
“Venimos analizando el caso y consideramos que corresponde el apartamiento de la Policía. Nosotros haremos la presentación y decidirá el juez de la causa”, precisaron.
La propuesta de la CPPT será presentada hoy ante el Juzgado de Instrucción Dos.
Ampliaron la búsqueda
En la continuidad de la búsqueda del adolescente, en la víspera se sumó la Sección Canes del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).
Dos efectivos llegaron a Oberá con perros y rastrearon una amplia zona desde Florentino Ameghino hasta Oberá, tanto por caminos vecinales como tramos de la ruta provincial 5, aunque al cierre de esta edición no había novedades de Josías.
Ya el viernes los canes de la Policía de Misiones participaron de un allanamiento y rastrillaje por la zona urbana de Oberá, pero tampoco hubo novedades que sirvan a la pesquisa del caso.
Donde sí hubo novedades fue en el ámbito judicial, puesto que la madre del chico se presentó ante la Fiscalía que lleva el caso y denunció que su hijo habría sido víctima de golpes y amenazas por parte de personal policial, previo a su desaparición.
“Conté que mi nene me decía que los policías lo golpeaban, que varias veces vino lastimado a casa por ese motivo y que en una oportunidad lo amenazaron en la Seccional Segunda adelante mío. En otra oportunidad lo tuvieron detenido, lo golpearon y después le trajeron todo lastimado a mi casa y le tuve que llevar al hospital”, aseguró.
Además, en el mismo trámite de la víspera aportó una captura de pantalla de un comentario en un perfil de Facebook donde un vecino de Villa Blanquita, donde reside Ramírez, hizo referencia a un supuesto testigo que podría aportar algún dato.
“Ese día que se perdió llegó al barrio pidiendo ayuda, estaba todo golpeado. Estaba preso. Es lo que me comentó un chico”, comentó el vecino.
Al respecto, la progenitora mencionó que “ahora supuestamente lo van a citar para que identifique al chico que habría visto a Josías. Espero que no se demoren mucho porque todo es lento”.
Golpes previos
En diálogo con este diario, Ramírez también reclamó por la demora en el cotejo de las cámaras de seguridad de calles Gobernador Barreyro y Erasmie, la esquina donde la Policía fotografío al menor con el ojo morado y la misma campera que tenía cuando desapareció.
“Mi duda es si le sacaron la foto y de ahí le detuvieron y no me avisaron. Yo no tenía conocimiento de esa foto ni sé cuándo la sacaron. La Policía nunca me informó que pasó ese día. Pienso que se tendría que investigar a la Policía por esa foto, porque da para pensar un montón de cosas”, reclamó.
Sobre los supuestos apremios ilegales, mencionó que semanas antes efectivos policiales demoraron a su hijo en el marco de una investigación por un ilícito ocurrido frente al casino.
“Me contó que los policías le pegaron mucho y que después le tiraron acá en mi casa como si fuera una bolsa de papas. Estaba muy golpeado y esa madrugada le llevé al hospital. Siempre me decía: ‘Mami, los policías me pegan’. Incluso, la última vez que le tuvieron retenido como cinco horas en la Seccional Cuarta vino todo golpeado en las piernas y la cara”, aseguró Ramírez.
Asimismo, mencionó un episodio del que ella misma fue testigo y ahora cobra relevancia.
“Una vez en la Seccional Segunda un oficial me dijo: ‘Su hijo es un delincuente, y donde le encontremos le vamos a levantar y le vamos a cagar a palos’. Como que para ellos mi hijo no tiene derechos y le pueden maltratar porque ellos son policías”.
En lo que va de la investigación se realizó una serie de allanamientos en diferentes domicilios de personas que fueron señaladas como vistas con el chico desaparecido, aunque todos los procedimientos resultaron infructuosos.
“El jefe de la Brigada me dijo: ‘Te voy a ser sincero, él acá en Oberá no está porque se recorrieron todos los barrios y no aparece. Tenemos que empezar todo de cero’. Hasta me llegó a decir que por ahí mi hijo se pasó de droga y lo enterraron por ahí, como para que me prepare para lo peor, parece. Ya no sé qué pensar y tengo mucho miedo”, reconoció abatida la madre.
La semana pasada, la asociación civil Missing Children Argentina se sumó a la búsqueda de Josías Ezequiel Galeano publicando la foto del adolescente y sus datos personales, tanto en la página web oficial como en las diversas redes sociales, ampliando el radio de la pesquisa a todo el territorio nacional. El caso también llegó al Registro Nacional de Información de Personas Menores extraviadas, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Ramírez trabaja en la Municipalidad de Oberá y cría sola a sus tres hijos, de los cuales el mayor es Josías, cuyo progenitor es policía y presta servicio en la Seccional Segunda de Oberá.
Sobre el día de la desaparición, la mamá comentó que el menor “estaba bien. Me pidió plata para cortarse el cabello, almorzamos y a eso de las 13.30 salió de casa para ir al barbero, supuestamente”.
Ese mediodía llevaba puesta su campera roja, la misma con la cual aparece en la fotografía difundida por la Policía.
“Para mí es clave saber cuándo le sacaron la foto donde aparece el patrullero, cosa que todavía no logré. Primero una oficial de la Comisaría de la Mujer me dijo que era del 6 de mayo, es decir casi una semana después de que desapareció y cuando la misma Policía lo estaba buscando, supuestamente. No me cierra. Después el jefe de la Brigada de Investigaciones me dijo que es una foto de abril. Es decir que la Policía se contradice”, reclamó.
La imagen en cuestión fue tomada en pleno centro de Oberá, una zona repleta de cámaras de seguridad.
Pero, llamativamente, transcurridas más de dos semanas de la desaparición la UR II no logró revisar las grabaciones de dichas cámaras para confirmar la fecha exacta en que se tomó la foto.
“Las veces que pregunté si pudieron mirar las cámaras de esa zona me salieron con diferentes excusas y no me dijeron nada concreto. No sé qué tanto pueden demorar en pedir permiso para revisar las grabaciones. Porque acá se perdió un chico de 15 años, es algo muy grave, más allá de que sea mi hijo”, subrayó Ramírez.
17Son los días que lleva desaparecido Josías Ezequiel Galeano (15). El 30 de abril salió de su casa a las 13.30 con la idea de ir a cortarse el cabello.