En una apuesta que años atrás parecía imposible, el llamado peronismo ‘republicano’ se convirtió formalmente en la cuarta fuerza en la conducción nacional de Juntos por el Cambio, a un mismo nivel que los socios fundadores, léase, el PRO, la UCR y la CC.
Como los partidos originales, el peronismo ahora tiene dos representantes en la mesa de decisiones y su grupo profesional nucleado en la Fundación Encuentro se sumará a los tres think tank que ya existen. En medio de ese proceso que encaró la la coalición opositora para mostrar su vocación de ampliarse, El Cronista entrevistó a Ramón Puerta, ex gobernador de Misiones, ex senador, ex embajador en Madrid, gran amigo de Mauricio Macri, que respalda la candidatura a presidente de Miguel Angel Pichetto por JxC.
Con un notable optimismo, Puerta está convencido de que el peronismo republicano se va a ampliar con miras al 2023. Sobre la gestión de Alberto Fernández es directo: “Es el peor Gobierno de la historia que yo conocí”.
-Es el peor gobierno de la historia que yo conocí, o sea, por lo menos, desde 1960. Tiene todos los defectos juntos. Por primera vez está por acertar algo, tomando el dinero más barato del sistema financiero y sigue dando vueltas. Lo ideal sería tener superávit fiscal y no necesitar plata, pero cuando tenes que pedir plata prestada, lo mejor es que el FMI te la quiera prestar. Cuando De la Rúa necesitó, el Fondo no quiso prestarle y ahí se cayó el gobierno. Esa experiencia, y luego la de Mauricio (Macri), que tuvo una asistencia magistral de parte del Fondo, tendría que servirle de ejemplo a Alberto Fernández como para que deje de boicotear lo que va en su beneficio, porque en todos los casos toman las decisiones equivocadas y tarde. En política exterior cometió todos los errores que no se pueden cometer en la diplomacia. En economía, control de precios, una política que no funcionó jamás.
-Porque no está capacitado para el cargo y no tiene clara su posición. Con la llegada de la democracia, era alfonsinista, después estuvo con Menem, luego con Duhalde, después con Néstor. Pudo haberse aggiornado con esta experiencia política, haber aprendido, pero evidentemente no fue así. Además, tiene una gran presión psicológica de la Vicepresidenta. Quiere quedar bien con ella y sobreactúa. Si ella se equivoca, él lo hace más para quedar bien con ella. Es muy triste lo que pasa.
-Vamos a empezar por aclarar algo. Al kirchnerismo lo respeto por varias razones. Primero porque tuvieron más votos que nosotros, por eso ganaron las elecciones. Pero tuvieron ese éxito bajo un esquema transversal. En cambio, yo soy frentista, hasta diría genéticamente frentista como lo era Perón. Un frente es una cosa, la transversalidad es otra. El Frente de Todos es transversal, porque tiene la pata peronista, que es importante, y la pata radical, que también lo es. No solo está el hijo de Raúl Alfonsín, sino la familia Moreau, que tan cercana estuvo al ex presidente, el gobernador de Santiago del Estero, en su momento estuvo Cobos. Están los ex montoneros y sus descendientes, que fueron expulsados de la Plaza por Perón. Y muchos sectores de izquierda. El frente no tiene patas, tiene cabezas. En Juntos por el Cambio, dos de larga trayectoria, como el radicalismo y el peronismo, que tienen la ventaja de conocer la política y su historia, pero desconoce algunas agendas contemporáneas, y dos de los partidos más jóvenes, como son la Coalición Cívica y el PRO, que al no tener historia cometen errores que podrían haber evitado, pero tienen sensibilidad sobre aspectos o desafíos nuevos que los partidos más viejos no tenemos.
-Efectivamente es así. Y por eso le pedimos a nuestros socios que no hablen más de peronismo al referirse al gobierno, sino de kirchnerismo. El gobierno se quedó con la visión setentista y ochentista. El peronismo representa algo moderno, incluso en economía, el área más sencilla que hay. En todo el mundo, los países exitosos siguen las mismas reglas económicas. Desde Estados Unidos a China. Ahí no hay discusiones, hay un solo modelo. Los chinos no son neoliberales, son liberales, privatizadores, fomentan la inversión. En política es distinto, porque violan los derechos humanos en forma sistemática, son comunistas.
– Hacia atrás no quiero mirar porque todos tuvimos posiciones que complicaron la constitución de un gran frente como el que tenemos hoy, con estos cuatro partidos que están en la cabeza y más de 100 partidos locales que se suman en todo el país.
Los peronistas no los veo tan incómodos con el kirchnerismo. Se quejan, pero ahí se quedan.
Es que no tenían opción de a dónde ir. Nosotros se la estamos dando. Lo que el peronista no quiere es ser “pata”, quiere ser “cabeza”. Los vamos a ir trayendo. El peronista no es de izquierda, es de vanguardia, tiene vocación de mayoría pero está acostumbrado a convivir con el que piensa distinto. En cambio, el kirchnerismo es de izquierda y le gusta aplastar al que piensa distinto. La historia del peronismo es ser frentistas y amplios. Los gobernadores, incluso, pueden incorporarse más adelante. Al comienzo no pueden, porque dependen del Gobierno nacional. Y estoy convencido de que el peronismo, que es una fuerza de vanguardia, dentro de este frente va a tener la capacidad de hacer las propuestas de sacar a la Argentina de esta crítica situación que estamos viviendo. Hay que ordenarse, no podemos seguir con este descalabro.
-Porque se hicieron kirchneristas, transversales y no frentistas. Y armaron una fuerza ganadora, pero el peronismo es dinámico y está habituado a representar lo nuevo, por eso confío en que vendrán a JxC.
-Si mantenemos la unidad de este gran frente vamos a ser gobierno. Lo que más tiempo llevó en la reunión del jueves no fue el acuerdo con el Fondo, sobre el que todos están de acuerdo que la Argentina necesita sacarlo adelante no ayudar al Gobierno, sino al país, sino el problema del narcotráfico y la inseguridad. Es gravísimo lo que está pasando y se está elaborando un plan para exponer públicamente porque urge empezar una solución.
– Lo que ví es que la todos saben que en el 2023 vamos a tener que asumir responsabilidades mayores y los veo trabajando para estar bien preparados. Hay una muy buena complementación.
-Me reuní con Fernando Iglesias para que discrimine entre peronismo y kirchnerismo y no hable más del pasado, pero no hubo acuerdo. También me reuní con Waldo Wolf y sí nos entendimos, él ahora discrimina a peronistas de kirchneristas.
Fuente: Silvia Mercado para El Cronista