Tres delincuentes asaltaron a una pareja en su casa del barrio Villa Erasmie, en Oberá, y minutos después escaparon con cerca de medio millón de pesos (entre moneda nacional y dólares) en el auto de las víctimas, que abandonaron a las pocas cuadras.
Fue antes de las 8 de ayer cuando el dueño de casa -situada sobre calle Quintana- abrió la puerta que da a la cochera para salir rumbo a su trabajo, como todos los días. En ese instante fue abordado por los delincuentes que lo metieron nuevamente a la casa, apuntándole con armas de fuego y en pocos movimientos lo maniataron junto a su esposa, en posición boca abajo.
Una vez que los tuvieron reducidos, a golpes comenzaron a exigir la entrega de 500 mil dólares, que según el trío estaban guardados en una de las tres cajas fuertes que había en la vivienda, dato absolutamente erróneo, dijeron las víctimas.
De todas formas, bajo amenaza de muerte y de cortarle los dedos a la mujer, los asaltantes lograron reunir una importante cantidad de dinero con los que escaparon, llevándose el automóvil de los damnificados.
En diálogo con este matutino, el hombre, comerciante del rubro informática, contó que “sucedió muy rápido, cuando salí hacia el auto atacaron, me estaban esperando y todo indica que ingresaron por el terreno de alguno de los vecinos”, en razón de que la propiedad está rodeada de muros y altos portones en el frente.
“No me querían creer que era toda la plata que había, me amenazaban con matar, con cortarle los dedos a mi señora”, reveló el damnificado, agregando que los malandras “no tenían acento lugareño” y que pudo haber sido un robo planificado pero “no era a mi familia, manejaban datos incorrectos”.
En ese punto argumentó que “nos dijeron que teníamos tres cajas de seguridad digitales y nunca tuvimos. Me exigían medio millón de dólares, le dije ‘flaco, vos tenes idea del lugar que ocupa medio millón de dólares en efectivo’, pero bueno, me golpearon y se fueron con mi auto llevándose cientos de miles de pesos, las llaves de la casa y un par de computadoras viejas. Los teléfonos y la computadora personal dejaron porque dijeron que eran rastreables”.
Sobre el coche, la víctima detalló que antes de irse le dijeron que “el auto lo iban a dejar a cinco cuadras y cumplieron”. Fue encontrado abandonado en la esquina de calles Pilcomayo y Saavedra, a una cuadra de la avenida 25 de Mayo que conecta con uno de los accesos principales a Oberá.
Pericias y búsqueda :
Inmediatamente después de tomar conocimiento del hecho, efectivos de la Unidad Regional II de Policía, Comando Radioeléctrico, Investigaciones y Policía Científica trabajaron en el lugar del hecho y se entrevistaron con las víctimas.
Según las primeras conclusiones, los delincuentes ingresaron a través del patio de alguno de los vecinos y esperaron dentro de la propiedad a que el hombre saliera, lo que indica que hubo inteligencia previa y el trío habría contado además con la colaboración de un cuarto sospechoso encargado de la fuga, aunque el damnificado solamente vio a tres.
Los detectives hablaron con los vecinos para saber si vieron algún movimiento sospechoso a la madrugada o con la claridad del día y también buscaron huellas en los muros, además de las que fueron levantadas en el interior de la vivienda, que no tiene cámaras de seguridad al igual que otras de la cuadra.
El portón de la casa también estaba forzado y en el auto levantaron una huella que podría orientar la investigación.
Según indicaron fuentes policiales, en ese panorama, una vez establecido el recorrido que hicieron los delincuentes en la fuga comenzaron a buscar registros en cámaras de seguridad de la zona con el objetivo de identificarlos o establecer en qué vehículo se fugaron después de abandonar el de la víctima.
Fuente: territoriodigital