Sin descollar, pero con un planteo inteligente y con menos errores y más disciplina que los All Blacks, Los Pumas consiguieron un triunfo histórico, el primero en tierras maoríes, por la tercera fecha del Rugby Championship. Fue un 25-18 que confirma un gran momento de la Selección Argentina comandada por el australiano Michael Cheika, que lidera el torneo que reúne a las potencias del hemisferio Sur mientras construye su camino al Mundial de Francia. Todo con una solvencia inédita.
Argentina jugó con convicción y con conocimiento estricto de sus limitaciones. No hizo lo que no supo ni se salió de lo que preparó durante dos semanas. Se encontró con un rival que cometió más errores y que jugó con sus propias presiones: la selección de Nueva Zelanda se enfrentó a sus propios fantasmas y a la convicción de Los Pumas. Y perdió con ambos.
Los Pumas construyeron su victoria en cuotas. La precisión de Boffelli en cada tiro a los palos y su efectividad abrumadora permitieron que los All Blacks no se dispararan en los momentos en que fueron efectivos. Juan Martín González aportó, como contra los Wallabies, su try para encauzar el duelo. Y así, a fuerza de templanza y disciplina defensiva, la Argentina se llevó un triunfo merecido del Orangetheory Stadium de Christchurch más allá de los problemas en el scrum y en la obtención del line.