El cuerpo de Matías Miranda (25) fue encontrado sin vida el viernes por la tarde, tendido sobre una plazoleta del populoso barrio A-4 de la capital provincial, a pocos metros de la avenida Cabo de Hornos. Un enfrentamiento previo que habría protagonizado la víctima y sus amigos contra otros jóvenes vecinos de la zona por cuestiones de convivencia hizo suponer a los investigadores en un principio que Miranda había fallecido a causa de un piedrazo.
Sin embargo, el resultado preliminar de la autopsia que se dio a conocer ayer dio un giro rotundo a lo que se sospechaba en el caso y descartó por completo una muerte violenta.
De acuerdo a fuentes que intervienen en la investigación el citado estudio certificó que el muchacho murió por causas naturales, aunque resta un informe más exhaustivo en donde se podrá confirmar si el deceso se debió por muerte súbita o por un shock hipovolémico.
A partir de esta última novedad, y sin haber más elementos que los comprometan en la pesquisa, ayer por la noche los dos jóvenes que permanecían detenidos desde el viernes por la noche como supuestos responsables de un ataque a la víctima recuperaron la libertad por disposición del Juzgado de Instrucción Siete, a cargo de la causa.
Tal como publicó en la víspera este matutino, Matute como era conocida la víctima en el vecindario, fue hallado por sus amigos cerca de las 16 del viernes sin signos vitales en el suelo.
“¡Resucitale, resucitale, voy a vengar la muerte de mi amigo!”, vociferó un muchacho con el que, según sus palabras, Miranda había estado tomando tragos y escuchando música momentos previos al mortal desenlace.
Según lo que se reconstruyó a partir del relato de vecinos que se encontraban en el momento de los hechos, la pelea se habría desencadenado minutos antes cuando un chico de nombre Joaquín, junto a otro al cual denominaron Chino, llegaron hasta el sitio donde la víctima se encontraba junto a sus amigos e iniciaron una discusión que luego derivó en una corrida.
Los investigadores sospechan que en medio de esa situación, y cuando Matías corría por la plazoleta, habría sufrido la descompensación que le provocó la muerte en cuestión de minutos.
Las fuentes añadieron que en ese contexto de enfrentamiento existieron agresiones cruzadas en donde también habría existido intercambio de piedras entre los bandos. Pero ninguno de los proyectiles alcanzó al fallecido como se especuló en un principio de la pesquisa.
Otro detalle que se aclaró ayer fue que los dos supuestos agresores de Matías fueron entregados voluntariamente por el tío de uno de ellos. Todo esto, luego de que allegados a la víctima rodearan la casa de estos con intenciones de tomar represalias por lo ocurrido.
Más allá de esto, y en el marco de la causa, tanto Chino como Joaquín eran buscados por la Policía. Ambos quedaron alojados en la comisaría XI hasta ayer por la noche que fueron liberados.