Según las encuestas, más de la mitad de la gente cree que el atentado es falso. Y algo peor: un informe de la provincia de Buenos Aires muestra que para la mayoría de la gente el atentado no fue lo más importante que pasó en los últimos días. En el atentado, nada cierra.
Es lógico que nadie crea en el atentado: el Gobierno ha mentido tanto que también podría mentir en esto. La imagen de Cristina en su reaparición. Vestida de blanco y diciendo que la Virgen detuvo la bala aumenta el grotesco.
La Cristina con el rosario en el cuello reafirma la idea de que el kirchnerismo es cada vez más una religión. Los que no creen, son infieles. Por eso tampoco nadie puede creer en la sinceridad del llamado al diálogo.
El diálogo, ahora, es oportunista y suena más a necesidad de apoyo para un Gobierno débil y en problemas. Alberto está dibujado y hoy el Ejecutivo -en la definición real de la palabra, el que ejecuta- es Massa.
Cristina quiere despegarse de un Gobierno que inventó y todavía falta mucho para las elecciones. Los kirchneristas rezan y el resto de la población no cree. Santa Cristina, mientras tanto, no puede contra la inseguridad, no puede contra la Argentina real.
La novela que se armó en torno al atentado a Cristina Kirchner
A falta de ficciones Argentina, ya tenemos la novela de “los copitos”. Aunque el elenco es berreta y la trama te sorprende por lo bizarra, tiene acción, sexo, la dulzura en los copitos y el humor inigualable del dúo cómico Agustín Rossi y Aníbal Fernández.
Y como si todo esto fuera poco, la presencia estelar de Cristina agradeciéndole a Dios, a la Virgen y a Andrea del Boca por sus clases de actuación. En tu cara, novelas turcas.
Hasta ahora son cuatro los detenidos por el atentado. Son jóvenes, ni ni: ni muy despiertos, ni con muchas luces. Por lo que se vio en un video, Sabag Montiel sabía manejar el arma y ahora también nos enteramos de que Brenda sabía manejarlo a él.
Sabag Montiel presentó un proyecto para hacer una serie sobre el atentado a Cristina, pero en Netflix se lo rechazaron porque la historia no es creíble.
En Amazon le dijeron que no sabían en qué rubro meter la serie, porque como comedia es muy bizarra, como policial le falta acción y como drama no puede competir con la inflación.
Le queda probar suerte en Disney, capaz les interesa la historia por el merchandising del algodón de azúcar.
Los investigadores recuperaron las comunicaciones del celular de Brenda y estaba todo el plan del ataque a Cristina.
No sabemos si eran sicarios, lo que es seguro es que son bastante precarios. En uno de los mensajes de otro intento de ataque, Brenda decía: “Voy a mandar a matar a Cristina. Se me metió el espíritu de San Martín en el cuerpo”.
Brenda quería convertirse en San Martín, pero lo más cerca que estuvo del santo de la espada fue jugando con el sable corvo en un video de Only Fans. Brenda, el cerebro de la banda, tiene 22 años, la amiga, Agustina, 21 y Sabag 35, pero edad mental de 14. Están más para planificar una previa un viernes a la noche que un atentado.
Parece que en algún momento pensaron alquilar un departamento en Recoleta frente al de Cristina para tenerla vigilada. Después se dieron cuenta de que lo mejor para seguir los movimientos de Cristina era ver C5N.
Desde el kichnerismo, quieren hacer pasar a estos lúmpenes como una célula terrorista de derecha con apoyo logístico y económico de referentes de la oposición. Parece una boludez gigante, pero viniendo de los que nos vendieron al Alberto moderado, nada es imposible.
La teoría de los abogados de Cristina y de algunos medios K es que “los copitos” tenían relación con el grupo de ultraderecha “Revolución Federal” y que este grupo tenía el apoyo económico de Nicky Caputo, amigo de toda la vida ¿de quién? ¡de Macri, obvio! Lo que quieren saber es quién les dio la plata para cargar la garrafa de la máquina para hacer los copitos.
Lo único que les falta para confirmar esta teoría es encontrar una foto de Caputo, Macri, Bullrich, Larreta y Milei comiendo copos de azúcar en el balcón de la vecina de arriba de Cristina. Un comentario al margen: después de ver a los integrantes de la banda, ¿te comerías o le comprarías un copito a tu hijo?.
En tono místico, el jueves Cristina reapareció rodeada de curas villeros, y dijo que está viva gracias a Dios y a la Virgen y pidió que recen por ella.
Cristina dijo que no tiene la ambición de ser presidenta porque ya lo fue dos veces, pero pidió al mejor estilo Bergoglio: “Recen por mí”. O sea que no quiere ser presidenta, pero no descarta ser Papa.
Mientras Cristina agradecía, se quebró y mostró una bandera que decía: “No odien”. Si la dabas vuelta decía: “Ustedes, porque yo voy a seguir odiando todo lo que quiera”. Otro que le agradeció a Dios es Alberto, porque lo único que explica su presidencia es un milagro.
100 empleados contratados de la nada y de forma irregular
El defensor del pueblo de Tucumán, Eduardo “Lalo” Cobos, contrató a más de 100 empleados de un día para el otro y de forma totalmente irregular. Son todos militantes vinculados a referentes del PJ tucumano y por la defensoría no aparecen nunca.
Estuvimos mirando algunas planillas y preguntando de qué se ocupa toda esa gente, y un trabajador histórico del lugar, Julio Valdéz, nos explicó que los contrataron para militar la campaña del hijo del defensor, que se llama Tomás Cobos y quiere ser legislador el año que viene.
O sea, Tomás Cobos no trabaja en la defensoría: solo es el hijo del defensor. Y un buen padre tiene que conseguirle militantes rentados a su hijo, claro.
Este ejército de 100 empleados nuevos sale a hacer actividades del espacio político “Nueva Fuerza del Este”, que lidera el hijo del defensor, usando el mobiliario y los vehículos de la defensoría. Y nadie esconde nada, está todo a la vista.
Hablamos con el defensor, “Lalo” Cobos: el padre del año. Y lejos de negarlo, confirmó que los contratados son todos militantes. Nos dijo que como defensor él puede tomar a la gente que le parezca, y que la defensoría puede hacer estas actividades. Lo único que negó es que su hijo sea candidato. Escuchá el argumento: “Porque todavía no cerraron las listas”.
Sergio Massa volvió de Estados Unidos
Sergio Massa volvió de su gira por los Estados Unidos donde se reunió, entre otros, con la secretaria del tesoro Janet Yellen, con Kristalina Georgieva, y con inversores. Solo le faltó pedirle unos mangos al tipo que toca la guitarra en el Central Park.
Al regresar, se reunió con Alberto y le comunicó que en una semana se aprobará el acuerdo con el Fondo. Pero a Alberto lo único que le importaba es si allá siguen creyendo que es presidente o si ya se dieron cuenta de todo. La verdad que sí, Alberto, ya se dieron cuenta. Y Biden, el día que te iba a recibir tiene que ver a los nietos.
En pleno ajuste, la ministra Elizabeth Gómez Alcorta autorizó el gasto de 42 millones de pesos para comprar tres vehículos: dos tipo minibus y uno tipo traffic.
Según la documentación de la licitación, esta flota era necesaria “para el traslado de insumos y el cumplimiento de tareas asignadas en el marco de las actividades y operativos del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad”.
El problema no sería tanto el gasto, si no que Gómez Alcorta ya había comprado un minibus para 20 personas y cuatro autos Nissan Versa el año pasado, como te contamos en PPT. En ese momento, nos explicaron que la flota que habían recibido en 2019 “no estaba en óptimo estado” y era insuficiente para el traslado de las funcionarias.
También nos dijeron que los funcionarios con rango de ministro y secretario están autorizados a disponer de autos oficiales. Bueno, se ve que va por más: sumó tres vehículos y yo creo que ya está en condiciones de poner una remisería.
Fernando Basanta, el amigo de Máximo Kirchner, juró como miembro de la Corte de Santa Cruz. Basanta no tiene matrícula ni ejercicio en actividad privada ni pública como abogado. Cristina cuestionaba a los fiscales por haber jugado al fútbol una vez y Máximo pone un amigo en la Corte y no vuela una mosca.
En Santa Cruz si sos amigo de Máximo y no sabés escribir, podés ser ministro de Educación, si no sabés sumar, podés ser ministro de Economía. Eso sí, si no sabés quién es Máximo, mejor mudate a otro lado.