La noche transcurría tranquila en una remisería de calle Gobernador Barreyro de Oberá. A las 22.40, el operador recepcionó un llamado solicitando un móvil para cuatro pasajeros en la localidad de San Martín. Nunca imaginó que se trataba de los evadidos de la comisaría local.
Hasta entonces parecía uno más de los habituales requerimientos desde la pequeña comunidad distante a 15 kilómetros de Oberá que no dispone de servicio local de remises, por lo que no levantó sospechas.
Del otro lado del teléfono especificaron que aguardarían el auto en la parada de colectivos ubicada frente al ex edificio municipal, sobre ruta provincial 103, a solo 100 metros de la comisaría del pueblo.
El operador dio el aviso y el chofer de turno partió hacia San Martín, un viaje que en circunstancias normales no demanda más de 15 minutos. Así, alrededor de las 23 el remís se detuvo en el lugar indicado y los cuatro hombres subieron.
El que iba adelante llevaba la voz cantante y preguntó cuánto les cobraba para llevarlos hasta Colonia Alberdi. El remisero le respondió que la tarifa es de 3000 pesos; contaron la plata que tenía cada uno y llegaron a los 2860.
“Nos vamos a laburar, a la vuelta te pagamos el resto. Igual no es mucho lo que falta”, dijo el de adelante, quien enseguida hizo un llamado y, sin cortar, consultó qué les cobraba hasta Corpus. El chofer contestó 6000.
“Andá a buscarnos al Mirador de ruta 6, pero ya. No queda otra”, subrayó con tono firme el pasajero a su interlocutor telefónico, mientras el móvil avanzaba.
El viaje fue normal y al arribar al Mirador de Alberdi ya estaba la camioneta que esperaba a los pasajeros. Pagaron y se fueron, tras lo cual el remisero regresó a la base en Oberá.
Testigo clave
La masiva fuga de la comisaría de San Martín se produjo el pasado 16 de febrero y hasta ahora los evadidos no fueron recapturados. Se trata de cuatro imputados en causas federales por infracción a la ley de estupefacientes: Deivy Julián Marín Montes (28), colombiano; Roberto Carlos Biano (28), oriundo de la localidad de Guaraní; el paraguayo Leonardo Celio Ríos Benítez, de quien no se precisó la edad, y Cristian Ariel Pereira de Ramos (21), de Leandro N. Alem.
Tras rastrillar las colonias de San Martín y localidades aledañas, en la última semana la Policía de Misiones enfocó la búsqueda en los municipios de Corpus y Santo Pipó, aunque al cierre de esta edición no había novedades concretas.
Incluso, fuentes de la propia fuerza reconocieron que los prófugos podrían haber cruzado al Paraguay a través del río Paraná.
Precisamente, la pesquisa se redireccionó hacia la ruta Nacional 12 por el relato del remisero obereño, considerado un testigo clave en la investigación del hecho.
Tras la evasión, personal policial entrevistó a vecinos de San Martín y dieron con el dato de un remís que estacionó en la parada de la ruta, al cual ascendieron varios hombres. El auto se dirigió en sentido a Oberá.
En consecuencia, los investigadores recorrieron las remiserías obereñas y dieron con el chofer en cuestión.
El hombre dio los detalles del caso ante las propias autoridades de la Unidad Regional II e identificó por foto al colombiano Marín Montes, quien viajó adelante hasta el Mirador de ruta 6, en Alberdi.
El trabajador del volante mencionó lo citado en el inicio de esta crónica y aseguró que no sospechó que fueran delincuentes ya que lo trataron bien. De lo contrario, al tratarse de cuatro contra uno, podrían haberlo reducido fácilmente.
Escasa seguridad
El aporte del remisero -del cual se preservan sus datos personales por razones de seguridad- dejó en evidencia graves fallas de seguridad y control en la comisaría de San Martín, ya que los evadidos disponían de dinero en efectivo y al menos un celular, elementos prohibidos en las celdas.
Asimismo, precisó que pudo notar que el colombiano llevaba una mochila. En tanto, que hayan hecho una “vaca” para pagar el viaje denota que tenían plata encima.
Pero a las falencias en la requisa dentro de la celda, que era compartida con otros cuatro presos que no se escaparon, se suman las propias limitaciones de seguridad de la citada dependencia, la que carece de muro perimetral y se halla sobre la ruta 103.
Por ello, una vez que lograron forzar la reja del calabozo los cuatro evadidos no tuvieron ningún impedimento para ganar la calle.
El Territorio recorrió las inmediaciones de la comisaría de San Martín y constató un hecho inédito: apenas un precario cerco de alambre separa la celda del playón deportivo municipal.
Así, una vez que pudieron forzar el pasador de seguridad del portón del calabozo, salieron y cruzaron el tejido, tras lo cual no tuvieron más que correr cien metros hasta la parada de colectivos donde aguardaron el remís de Oberá.
En ese contexto, también se investiga el accionar del personal policial de turno, ya que más allá de la evidente negligencia, no se descarta la facilitación de la fuga.
Como primera medida, la cúpula policial relevó del cargo a la subcomisario Eliane Itatí Becker, quien era jefa de la comisaría de San Martín y pasó a cumplir funciones en la UR II. En su reemplazo asumió el oficial principal Claudio Galeano, proveniente de Mártires.
Policías en la mira
La noche de la evasión eran dos efectivos de guardia en la comisaría de San Martín: el oficial sub ayudante Aníbal S. y la agente Melani B., quien cumplía la labor de “llavero”, es decir responsable del control de la celda donde estaban alojados ocho hombres.
Luego de la fuga ambos uniformados fueron trasladados a diferentes dependencias de la UR II. En paralelo, al igual que la ex jefa, afrontan un sumario administrativo interno, sin perjuicio de las responsabilidades penales que pudiera corresponder a cada uno.
Con relación al personal de guardia, ambos están en la mira por ciertas discordancias en sus primeras declaraciones.
En tal sentido, mencionaron que alrededor de la medianoche constataron la fuga, siendo que después el remisero aseguró que a las 23 recogió a los cuatro hombres en la parada de ruta 103.
Asimismo, el oficial Aníbal S. mencionó que alcanzó a ver a los evadidos que escapaban a pie, por lo que atinó a trabar la celda para evitar más fugas. Estos dichos también pierden sustento con el relato del chofer, ya que de lo contrario los prófugos no hubieran tenido tiempo para llamar a la remisería de Oberá y esperar el auto.
Según la información suministrada por la propia Policía de Misiones, en la celda dieron con una sierra de 30 centímetros, elemento que habría sido utilizado para cortar el pasante de seguridad de la reja.
Por tratarse de imputados en causas por drogas el hecho fue comunicado al Juzgado Federal de Oberá, mientras que el Juzgado de Instrucción Dos interviene en el delito de evasión.
50 kilos de droga
De los cuatro evadidos, sólo el colombiano cumplía una condena por infracción a la ley de estupefacientes. Los otros tres aún no fueron juzgados.
Cristian Ariel Pereira de Ramos (21), oriundo de Alem, fue detenido en julio de 2020 con casi 50 kilos de marihuana, entonces valuada en unos 750 mil pesos.
El joven transportaba la droga a bordo de una motocicleta y fue interceptado por un control policial sobre ruta Nacional 14, jurisdicción de Campo Viera.
Pereira de Ramos transitaba con dos bolsos grandes y no paró en el control, emprendiendo una veloz huida en dirección a Oberá.
La patrulla afectada inició la persecución que concluyó a la altura del kilómetro 878 de la ruta 14, ya en Oberá, debido a que el conductor de la moto perdió el control y despistó, abandonando la carga en el lugar.
El rastrillaje de la zona permitió dar con el implicado. En tanto, las pericias de rigor constataron que transportaba un total de 49 kilos de marihuana.
Con relación al colombiano Marín Montes, en noviembre del 2018 el mismo se fugó de la Seccional Cuarta de Oberá y fue recapturado.
Hasta entonces los detenidos por delitos federales en el ámbito de la UR II eran alojados en la Seccional Cuarta, pero luego de aquella fuga las autoridades decidieron el traslado de los imputados a otras dependencias de la jurisdicción
Marín Montes cumple una condena unificada de 4 años y 9 meses de prisión por dos causas: una por comercialización de marihuana en el barrio Norte de Oberá, en 2018, y otra por tenencia de droga, en 2016.
Traslado demorado
En octubre de 2020, mediante un habeas corpus colectivo, tres de los cuatro evadidos de San Martín reclamaron mejores condiciones de detención en la dependencia en la que se encontraban por entonces, la Seccional Segunda de Oberá.
Ese mismo año, el juez federal de Oberá, Alejandro Gallandat, había solicitado el traslado de los acusados a la Unidad Penitenciaria Federal 17 de Candelaria. El recurso presentado por Martín Montes, Biano y Pereira de Ramos fue rechazado por el magistrado obereño a principios de noviembre de 2020, pero igualmente elevó su decisión “en consulta” ante la Cámara Federal de Apelaciones, que apoyó su pedido al Servicio Penitenciario Federal (SPF) para que se ocupe de brindar alojamiento a los detenidos en la UP17.
Asimismo, a la espera de que se concrete el traslado, sugirió a la Unidad Regional II de Policía que “extreme los cuidados al momento de realizar las requisas en las celdas”. Poco tiempo después del reclamo y ante la demora del traslado, los imputados fueron alojados en San Martín, de donde se escaparon.
Fuente: Daniel Villamea