El hallazgo de un cadáver encendió todas las alarmas al caer la tarde de ayer y existen fundadas sospechas de que se trataría de los restos de Josías Ezequiel Galeano (15), quien es intensamente buscado desde el pasado 30 de abril, cuando salió de su casa en el barrio Villa Blanquita, de Oberá.
De todas formas, al cierre de esta edición ni las autoridades policiales ni judiciales habían confirmado la identidad de la víctima, puesto que el cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición.
En consecuencia, el cadáver fue remitido a la morgue judicial de Posadas para la realización de la autopsia que confirmaría la causa de muerte y la toma de muestras para el estudio genético tendiente a confirmar la identidad de la persona.
El hallazgo se produjo alrededor de las 17.30 en un bañado situado en el barrio San Miguel, límite con Villa Stemberg. El cuerpo estaba semihundido en el agua y, al menos a simple vista, fue imposible confirmar si se trataba o no de Josías.
“Ya se notaba sólo el cráneo por lo avanzado de la descomposición. Por eso, a criterio del juez no fue recomendable la presencia de los padres en el lugar. Sí se les notificó del hallazgo y las presunciones, tras lo cual recibieron la contención de profesionales”, detalló el comisario inspector Rubén Darío Duarte, jefe de la Unidad Regional II de Oberá.
En tanto, en rueda de prensa, precisó que horas antes había sido detenido Andrés “Koki” T. (24), sobre quien pesan ciertas sospechas, aunque el funcionario aclaró que el citado se halla incomunicado y no confesó la autoría del hecho ni señaló el lugar del hallazgo del cuerpo, tal como en la víspera difundieron algunos medios.
Irreconocible
El horario del hallazgo y las características del lugar dificultaron las tareas de los peritos de la División Criminalística de la UR II y de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic), organismo que prestó colaboración a pedido del juez de Instrucción Dos, Horacio Alarcón.
Precisamente, el magistrado asistió al lugar y supervisó las tareas junto a la fiscal Myriam Silke.
Personal de Bomberos Voluntarios y de la Policía tuvieron a su cargo la extracción del cadáver del agua, una cuestión que requirió extremos cuidados por el grado de descomposición del mismo.
Ante la consulta de El Territorio, un vocero anticipó que la data de muerte sería de entre tres y cuatro semanas, al tiempo que reconoció que la acción de agua acelera el proceso de descomposición.
De confirmarse dicha hipótesis, como también que se trate del menor desaparecido, el deceso se habría producido a los pocos días o incluso horas de haber sido visto por última vez por su familia, el pasado 30 de abril, cuando salió de su casa para dirigirse a una barbería.
Inmediatamente luego de haber sido extraído del bañado, el cadáver fue trasladado a la morgue judicial de Posadas para la correspondiente autopsia.
El movimiento de policías y la posibilidad de que el cuerpo sin vida sea el de Josías Galeano, movilizaron y conmovieron a los vecinos de la zona que venían siguiendo la búsqueda que ayer cumplió 34 días.
Asimismo, se mostraron sorprendidos por el hallazgo en dicho bañado, ya que la zona había sido rastrillada previamente y es habitual paso de vecinos San José, San Miguel y Cien Hectáreas.
La peor presunción
En diálogo con los medios, el jefe de la Unidad Regional II informó que alrededor de las 18.30 los padres de Josías, Carolina Ramírez y Cristian Galeano, fueron citados y notificados de las novedades.
Sobre las pesquisas que derivaron en el hallazgo de la víspera, Duarte precisó: “La presencia policial acá se basa en el hallazgo de un cuerpo sin vida. En base a declaraciones y una hipótesis inicial, se presume que se trataría del menor Josías Galeano”.
“Trabajó la Policía Científica y la Saic, dependiente del Poder Judicial, y estuvieron presentes el instrucción Alarcón y la fiscal Silke, quienes supervisaron todo el procedimiento. Luego de los trabajos técnicos de los peritos, el cuerpo fue remitido a la Cuerpo Médico forense para la autopsia que se hará para determinar la causa de la muerte y la identidad”, detalló.
Consultado al respecto, el funcionario reiteró que el hallazgo se produjo en base a declaraciones recepcionadas en el marco de las pesquisas, sin brindar mayores precisiones.
En tanto, precisó que “el cadáver fue encontrado en un bañado, a unos 15 metros del camino principal, semienterrado en el agua. Por la descomposición fue imposible confirmar la identidad y será necesario tomar muestras genéticas para determinar de quién se trata. Pero por los indicios, presumiblemente sería el menor Josías Galeano”.
También reconoció que ya “se había rastrillado las inmediaciones, pero no precisamente en ese lugar”.
Un detenido
Por otra parte, indicó que la captura del único sospechoso se concretó a primera hora de la tarde de ayer en un yerbal situado sobre la ruta provincial 13, en San Vicente, donde se hallaba tarefeando.
“Se detuvo al muchacho T. que había sido visto con el menor. Está incomunicado y a disposición del juez”, explicó.
Ante versiones periodísticas, Duarte descartó que el detenido haya confesado la autoría del hecho.
“Nosotros no tomamos declaración a los detenidos. Tampoco señaló el lugar donde estaba el cuerpo”, remarcó.
Padres en shock
Allegados a los padres del menor desaparecido mencionaron que ambos entraron en shock ante la posibilidad que el cadáver hallado corresponda a su hijo.
El padre del menor es policía y venía colaborando intensamente en la búsqueda, al igual que su madre que es empleada municipal.
El último miércoles se realizó una multitudinaria marcha en Oberá en respuestas la desaparición del menor.
“Ya no sabemos qué hacer ni a dónde ir. La angustia que tengo no se puede explicar con palabras. Mucha gente quiere ayudar, pero hay otros que parece que inventan porque dicen que lo ven y cuando vamos al lugar no hay nada. Cada día que pasa es un calvario, una pesadilla”, reflexionó entonces Cristian Galeano.
Luego de la marcha el progenitor hizo uso de la palabra ante los vecinos, a quienes agradeció por el compromiso y la solidaridad.
“No tengo palabras para agradecerles lo que están haciendo por nosotros, venir con este frío y ayudarnos. Pero hoy es por Josías y mañana puede ser por un hijo de ustedes. Nadie está libre. Lo único que pido es ni un Josías más. Ni un Josías más”, alcanzó a decir antes de quebrarse en llanto.
Por su parte, la madre comentó que a solicitud de la fiscal Silke ese mismo día dejó su celular en sede judicial para peritajes de rigor, ya que Josías utilizaba dicho aparato para interactuar en sus redes sociales.
“Mi hijo no tiene celular, entonces usaba el mío para el Facebook. Yo entregué el teléfono sin problemas porque no tengo nada que esconder. Pero me llama la atención que miren mi teléfono y no hagan nada con los policías sospechados. Eso no entiendo. No sé qué esconden”, reclamó.
El comentario de Ramírez se fundamenta en las sospechas que expresó desde un primer momento respecto a la presunta responsabilidad de algunos efectivos policiales en la desaparición de su hijo, tal como dejó plasmado en una denuncia.
Precisamente, varios organismos solicitaron el apartamiento de la Policía de la investigación, cuestión que no avanzó en la justicia.
Fuente: Daniel Villamea