En su llamado kilómetro cero, Juntos por el Cambio consiguió pasar con éxito una suerte de posta en la elección municipal de la cordobesa Marcos Juárez con la mirada en 2023. Hubo celebración con tono de descarga una vez confirmado el triunfo de la oficialista Sara Majorel, por la tensión con la que se desarrolló la campaña y la ventaja con la que llegaba en la previa el frente entre el peronismo y el vecinalismo apadrinado por el gobernador Juan Schiaretti. Al final la diferencia fue de más de 16 puntos.
Por la estrategia de Juntos por el Cambio de nacionalizar la disputa, y por tratarse de la primera ciudad en la que coincidieron el PRO y la UCR en una alianza en 2014, los referentes nacionales y provinciales consideraron el resultado una señal electoral incipiente contra el kirchnerismo.
Aun así, por el escenario incierto hasta el cierre del comicio, Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich no viajaron para sumarse a los festejos. Del mismo modo que María Eugenia Vidal y Gerardo Morales, habían pasado por Marcos Juárez durante la campaña para respaldar al intendente Pedro Dellarossa y a Majorel, su candidata.
Además de la lectura nacional, los principales dirigentes de Juntos por el Cambio procurarán aprovecharlo en la pelea por la gobernación de Córdoba contra el peronismo liderado por Schiaretti. Sin reelección, el gobernador se había involucrado en la campaña en esta ciudad y apostaba por un triunfo que funcionara como un impulso para su sucesión en la provincia -podría designar a Martín Llaryora– y para su armado nacional, “superador de la grieta”, como esbozó. Con ese propósito en el último tiempo mantuvo reuniones con Gerardo Morales, Facundo Manes y Martín Lousteau, que habían generado resquemores en los dirigentes cordobeses de Juntos por el Cambio.
Tanto en esta ciudad como desde Buenos Aires buscaron darle un alcance nacional al resultado. “El triunfo ya se sentía en la energía que había el jueves cuando los visité allá en el kilómetro del Cambio”, tuiteó Rodríguez Larreta en alusión a su presencia en el cierre de campaña. “Es el primer paso para recuperar Córdoba y el país”, aseguró Bullrich. Macri felicitó a los vencedores con una frase sugestiva: “Si no está roto, no lo arregles”.
“Este triunfo es otra onda expansiva para el cambio”, arengó Dellarossa en un escenario sobre la calle 1° de mayo. “Hace unas semanas estábamos 20 puntos abajo. Otra vez Marcos Juárez ilumina el camino. Está el país entero mirando esta esquina, a la que los argentinos tienen que acostumbrarse a mirar y no a la de Juncal y Uruguay”, apuntó Juez, uno de los aspirantes a suceder a Schiaretti. Dellarossa avisó que también se anotará en esa disputa.
Hasta entrada la noche, cuando comenzaron a conocerse los datos oficiales, había tensión en ambos campamentos. Una vez que la tendencia favorecía claramente a Majorel, fue todo festejo en el búnker de Juntos por el Cambio, al que se sumaron Juez, Rodrigo de Loredo, Mario Negri y Laura Rodríguez Machado, entre otros dirigentes de la provincia. Titular del Concejo Deliberante, Majorel será la primera intendenta electa en este municipio del sudeste cordobés. Entrada la noche, Schiaretti la felicitó y de ese modo el frente Unidos por Marcos Juárez reconoció la derrota.
En la previa las encuestas daban ventaja a Verónica Crescente, la ex secretaria General de Servicios del municipio apoyada por el gobernador de Córdoba. Dirigentes nacionales y provinciales cuestionaban por lo bajo a Dellarossa por haber suspendido las primarias y ungir como candidata a Majorel, lo que provocó el salto de la ex funcionaria y la incertidumbre sobre la definición.
Los boca de urna del domingo daban parejos. Con un padrón electoral de 24.177 electores, el resultado estaba abierto. Además de nacionalizar la campaña, Dellarossa buscó contrarrestar que se trataba de una “interna” del PRO y asociar a Crescente con el peronismo y el Frente de Todos, por el electorado adverso al kirchnerismo –no presentó lista– en esta ciudad. La diferencia final (55,15% a 38,49%) fue apenas más amplia que en 2018. Aquel año Juntos por el Cambio se impuso 52,4% a 37,7%.