POSADAS. El escándalo político sexual en el IFAI, no tiene precedentes. Para contextualizar, el presidente de este instituto, Marcelo Rodríguez, se vio obligado a renunciar luego que se conocieran en las redes sociales sus chats eróticos con mujeres que eran contratadas en la cartera que él dirigía. Se puede decir que toda persona hace lo que quiere con su vida privada. Pero cuando la función es pública, jugar con la necesidad de las personas y convertir la situación de poder en abuso, es un delito.
El asunto, es que Rodríguez, según los chats de WhatsApp que se viralizaron en las redes sociales, brindaba contratos a cambio de favores “íntimos” con las mujeres que lograban una formalidad en el Instituto de Fomento Agro Industrial (IFAI). Cabe destacar que el propio Rodríguez confirmó que él era el protagonista de esos audios y chats, puesto que hizo la denuncia en la división de Cibercrimen de la policía de Misiones para saber como se filtraron esos audios.
En este sentido, no hay que ser muy avezados. Ya que se puede ver en uno de los videos que se encuentran en las redes sociales que clonaron el whatsapp del funcionario. Se denota que la persona que lo hizo tenía acceso a ese celular. Asimismo, hoy en día existen diferentes aplicaciones sencillas que están a mano de cualquier persona que sepa descargar una aplicación en su celular, que permiten observar en tiempo real los chats de otro celular. Cabe destacar que nada es justificativo para violar la intimidad de las personas. Pero esta no debe ser la discusión. El problema real, es que este funcionario intercambiaba contratos por favores sexuales. Ese es el debate. Y delito.
En este aspecto, la Renovación fue rápida de reflejos. Al conocerse los chats y audios, le solicitó de manera inmediata la renuncia. Pero las astillas que dejaron las evidencias, lesionaron también la imagen de otros integrantes importantes del partido oficialista. En uno de los audios menciona a tres funcionarios de primera línea (dos municipales). Uno de ellos es el exgobernador de Misiones, Hugo Passalacqua. “Fijate si le haces firmar el contrato a esta mujer que viene de parte de Passalacqua… ya sabe ya…”, esta es una expresión de Rodríguez que se desprende de los audios viralizados en las redes sociales. Lo que da a entender el expresidente del IFAI en esta expresión es que se le debe dar un contrato a esta persona, porque existe un vínculo “intimo”, entre Hugo y esta señorita que finalmente fue contratada por el IFAI. O sea, contratos a cambio de “atención” personalizada.
Es delito lo que hizo Rodríguez
Si. Que dice el Código Penal argentino: en los artículos 248 bis a 253 tipifica los delitos de “Abuso de autoridad y violación de deberes de funcionarios públicos”. Además, puede agregarse el articulo 256 bis párrafo primero que manifiesta: “será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua para ejercer la función pública, el que por sí o por persona interpuesta solicitare o recibiere dinero o cualquier otra dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer valer indebidamente su influencia ante un funcionario público, a fin de que éste haga, retarde o deje de hacer algo relativo a sus funciones”. Traduciendo la letra jurídica, lo que plantean los artículos del código es que Marcelo Rodríguez puede ir preso y ser reprimido con inhabilitación especial perpetua en la función publica.
Los salpicados
Funcionarios de primeras líneas han quedado expuestos por la viralización de los audios. Se nombra a dos autoridades de la municipalidad de Posadas que practicarían estos hábitos; inclusive el propio exgobernador Hugo Passalacqua fue mencionado. Vale decir, que Rodríguez los haya aludido no significa que ellos realmente utilicen estas “mañas”.
Fuente: Agencia Hoy