El presidente de Brasil está perdiendo influencia en el exterior y es impopular en su país

30 junio, 2025

Los índices de aprobación rondan el 40%, el más bajo de cualquier momento durante sus tres mandatos. Solo el 28% de los brasileños dice aprobar su gobierno

El 22 de junio, horas después de que Estados Unidos atacara instalaciones nucleares iraníes con enormes bombas antibúnkeres, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil emitió un comunicado.

En él, afirmaba que el gobierno brasileño “condena enérgicamente” el ataque estadounidense y que los bombardeos constituían una “violación de la soberanía de Irán y del derecho internacional”.

Esta contundencia del lenguaje puso a Brasil en desacuerdo con el resto de las democracias occidentales, que apoyaron los ataques o simplemente expresaron su preocupación.

La amistad de Brasil con Irán continuará el 6 y 7 de julio, cuando los BRICS, un grupo de 11 economías de mercado emergentes que incluyen a Brasil, China, Rusia y Sudáfrica, celebren su cumbre anual en Río de Janeiro.

Se espera que Irán, que se convirtió en miembro de los BRICS en 2024, envíe una delegación. El club está presidido actualmente por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Originalmente, ser miembro le había ofrecido a Brasil una plataforma desde la cual ejercer influencia global. Ahora, esto hace que Brasil parezca cada vez más hostil a Occidente.

“Cuanto más China transforme a los BRICS en un instrumento de su política exterior, y cuanto más los utilice Rusia para legitimar su guerra en Ucrania, más difícil será para Brasil seguir afirmando que no está alineado”, afirma Matias Spektor, de la Fundación Getulio Vargas, una universidad de São Paulo.