En un clima de inestabilidad cambiaria cada vez más severo, y mientras el Gobierno analiza cómo salir de la crisis y del momento más delicado de su gestión, el sector que responde a Cristina Kirchner dejó trascender intenciones de convocar a la oposición a un “acuerdo”.
Sin embargo, según señalaron en Juntos por el Cambio, no existieron contactos y en la coalición opositora leen la maniobra como un intento del kirchnerismo de desligarse de las responsabilidades y las “culpas”.
Este miércoles, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lo dijo de manera más o menos explícita: “Hoy necesitamos ayuda, también de nuestra oposición”, sostuvo en un acto, en el que sin embargo no ahorró en críticas a Juntos por el Cambio. El día previo había cargado contra Horacio Rodríguez Larreta y contra los porteños.
Pero el planteo ya lo había hecho Cristina Kirchner hace una semana. La Vicepresidenta encabezó un acto en El Calafate y llamó, con su propio estilo, a un “acuerdo nacional” porque si no -sostuvo-, gane quien gane las próximas elecciones, “no va a haber Argentina para nadie”. En esa línea se pronunció su ministro más cercano, Eduardo “Wado” de Pedro, en un foro empresarial esa misma semana.
“Lo viene diciendo hace tiempo Cristina. Y ahora lo da a entender Axel: sin un acuerdo político es muy difícil levantar la crisis. Hasta que no haya una señal muy clara de la política sobre puntos mínimos de acuerdo, esto no tiene arreglo. Se tiene que tomar conciencia entre todos, porque esto se los va a llevar puestos también a ellos”, señalaron a TN cerca de Cristina Kirchner.
Sin embargo, pese a que la idea del “acuerdo” es impulsada tanto por la Vicepresidenta como por el presiente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, no hay definición concreta sobre qué formato tendría la posible convocatoria, qué actores participarían, y qué tan practicable sería un diálogo considerando las críticas que surgen a diario del Gobierno contra la oposición, y viceversa.
Por otra parte, el presidente Alberto Fernández hizo ninguna señal sobre la posibilidad de convocar a un diálogo “formal” con los referentes opositores.
Como anticipó TN el fin de semana, los principales dirigentes de Juntos por el Cambio ya analizaban los peligros de que el oficialismo intente “solidarizar” las responsabilidades de la crisis.
El martes, la coalición opositora reunió a su Mesa Nacional y emitió un duro comunicado. “Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y el frente que lideran son los únicos responsables de este descalabro”, advirtió.
En Juntos por el Cambio indicaron a este medio que no existió ningún contacto sobre la posibilidad de abrir ningún diálogo. Cerca de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, aseguraron que la oposición “no va a entrar en el juego del oficialismo”, menos aún cuando ni siquiera existe convocatoria real, “ni se pueden convocar ni entre ellos mismos”.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, pudo saber este medio, no tiene contacto con el presidente Alberto Fernández hace más de un año, y ni siquiera conversó con Sergio Massa en los últimos seis meses. Aunque ya anunció que buscará acuerdos amplios en caso de llegar a la Presidencia, el mandatario porteño considera inviable un consenso con el kirchnerismo.
En la Coalición Cívica, que comanda Maximiliano Ferraro, y la UCR, que lidera el jujeño Gerardo Morales, indicaron que la crisis económica está vinculada también a la crisis política del oficialismo y que cualquier salida le corresponde al Gobierno. “El diálogo que pueda existir se da en el Congreso, entre los bloques parlamentarios”, señalaban.
En los últimos días, empezando por el presidente Alberto Fernández, las críticas del Gobierno nacional contra la oposición lejos de amainar crecieron al ritmo del agravamiento de la crisis cambiaria.
También Miguel Pichetto, que encabeza la pata peronista de la coalición opositora, afirmó que el “clima de odio hace imposible un mecanismo de diálogo para cualquier compromiso de salida”.
En la coalición opositora advierten además que, más allá de los cruces y las críticas, existen fundamentalmente posturas irreconciliables, y no soloen lo que refiere a políticas económicas.
En el comunicado del martes, Juntos por el Cambio se encargó, precisamente, de remarcar las diferencias. “Continuaremos poniendo límites a los intentos de avasallamiento institucional, como la reforma judicial o la modificación de la Corte Suprema, también buscaremos bloquear cualquier intento de políticas que ahoguen aún más al sector productivo y a los argentinos, como los aumentos de impuestos o la creación de nuevos”, señaló la coalición opositora.