El juez Ricardo Balor y un llamativo cambio de caratula para“Bin Laden” Ortiz, de “Homicidio agravado por ensañamiento” a “Homicidio simple”

11 enero, 2024

El ex Policía y ex convicto también conocido como “Chiquito” estaba imputado por “homicidio agravado por ensañamiento” que prevé prisión perpetua como condena. Hace pocas horas, el instructor de la causa resolvió la prisión preventiva por una acusación menor.

Sergio Gastón Ortiz seguirá detenido e imputado por el asesinato del Marcos Adalberto Martínez (49), prestamista que fue hallado descuartizado en el interior de una heladera en un predio de departamentos en el barrio A4, en la zona sur de Posadas el 16 de diciembre pasado.

El juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, decidió hace pocas horas firmar la prisión preventiva para el exconvicto y expolicía también conocido por sus alias “Chiquito” o “Bin Laden”.

Lo hizo el martes, de acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, pero con una marcada variante en cuanto al delito que se le imputa, de “homicidio agravado por ensañamiento” se inclinó por “homicidio simple”.

El cambio respecto a las penas que prevé el Código Penal Argentino pasó de una posible acusación y juicio con un horizonte de prisión perpetua, en cuanto fuera hallado culpable, a una pena de entre ocho a 25 años (homicidio simple, artículo 79).

“Bin Laden” Ortiz tiene 50 años y fue aprehendido dos días después que un familiar directo de Martínez descubriera el cuerpo desmembrado en una heladera sin los estantes en la propiedad de la víctima sobre la avenida Juan Manuel Fangio en el complejo habitacional A4.

Cuando se barajaba que el sospechoso escaparía hacia Corrientes, donde contaría con contactos para ocultarse, los investigadores de la Dirección Homicidios de la Policía de Misiones lo ubicaron y siguieron los talones mientras aguardaban la orden para detenerlo que debía partir del juez Balor, de turno en diciembre.

El lunes 18 de diciembre, a las 13.30 en el barrio Las Dolores, en una vivienda de calle Gandhi a pocas cuadras del cruce con la avenida Cocomarola, y paralela cuatro cuadras de Quaranta, los pesquisas lo rodearon y controlaron hasta que el instructor ordenó la detención.

Bin Laden” fue sorprendido descansando de siesta y con el reloj de oro de su presunta víctima colocado en su muñeca izquierda. Pero no solo estas flagrantes evidencias se sumaron. En sus bolsillos tenía una cédula y el documento nacional de identidad de “El Rengo” Martínez, de quien era “secretario o ladero” constante.

Cuatro días después fue llevado al juzgado de calle Buenos Aires casi avenida Roque Pérez para ser indagado. Allí negó todas las pruebas y evidencias en su contra y fue imputado provisoriamente por “homicidio agravado por ensañamiento”. Menos de un mes después, el juez Balor le dictó la prisión preventiva con la modificación mencionada.

Entre los elementos que comprometen a “Bin Laden” hacia la sospecha de la autoría del crimen, figuran testigos que lo vieron junto a Martínez horas antes del día que se sospecha fue cometido el homicidio, el 30 de noviembre, y en el lapso de tiempo hasta el hallazgo de los restos cadavéricos en la heladera, fue señalado por testigos de ingresar y egresar del inmueble.

A esto se le suman como coartada fallida, mensajes de audio a la familia de “El Rengo” donde adelantaba que se había ido por unos días a Paraguay a encontrarse con amigos y resolver cuestiones particulares.

El tiempo que habría pretendido obtener “Chiquito” Ortiz se estima lo utilizaría para descartar el cuerpo por completo y “limpiar” el escenario del crimen. Pero no habría logrado más que hacer desaparecer la cabeza, los brazos completos y las piernas desde las rodillas hasta los pies.

“Bin Laden” podría solicitar ahora el beneficio de la excarcelación supeditada a la causa, bajo caución o juratoria (fianza y de palabra). Se consideran como puntos en su contra para rechazarle la solicitud, la zona de frontera por el riesgo de fuga, los antecedentes penales que acarrea por delitos calificados contra la propiedad y la gravedad de la imputación.

Aunque las fuentes remarcaron: “No es lo mismo una acusación con prisión perpetua a la hora de analizar la excarcelación que un homicidio simple”. Otras voces recalcaron que aún puede agravarse la acusación, pero también admitieron que el cambio de homicidio agravado a simple ante las evidencias del expediente, es llamativo.