Patricia Bullrich enfrenta un momento crítico en su esfuerzo por relanzar su campaña. El primer desafío es emocional. Quienes la frecuentan comentan que no terminó de recuperarse del shock anímico que tuvo la noche de las PASO cuando se vio tercera lejos de Milei.
El segundo es de discurso. La frase «Patricia es el nuevo Larreta», capta con extraordinaria mala intención las dificultades que enfrenta su equipo para reposicionarse en el nuevo escenario político que abrió la irrupción de Milei. «Cuando se endurece pierde el voto de centro de Juntos y cuando se ablanda el duro», explica un dirigente de Juntos.
El tercer problema que enfrenta Patricia es político y también remite a Larreta, que nunca logró romper el cerco de su entorno. En Juntos observan ahora con cierta alarma que Patricia conserva sin cambios su equipo más cercano, pese a enfrentar una elección tan desafiante que amenaza con dejarla afuera del ballotage.
Juan Pablo Arenaza está a cargo de la campaña nacional, en la provincia el monzoísta Sebastián de Luca y a esa dupla se suman el macrista Hernán Lombardi y el estratega Derek Hampton. «Todos dirigentes capaces, pero Patricia debería mostrar un equipo de más volumen con dirigentes nacionales, gobernadores», reflexionan en Juntos.
Para enfrentar esta situación, Bullrich decidió apostar todo a Carlos Melconian, en lo que insinúa una entrega anticipada de enormes cuotas de poder, si es que llega al Gobierno. El economista, como reveló en exclusiva LPO, fue una imposición de Macri.
Melconian es visto por Bullrich como el vocero ideal para enfrentar a Milei en un terreno que ya demostró que le queda grande: la economía. Cada vez que Bullrich habló de economía metió la pata. Le paso con el cepo, las reservas del Central y las retenciones.
Es su flanco débil. Y todos los focus group que consumen en Juntos coinciden que es el principal atributo que la sociedad le reconoce a Milei: entiende de economía. En una Argentina traumatizada por la inflación no debería sorprender que el libertario encabece los sondeos.
Por eso, Melconián es mucho más que el vocero económico de Bullrich, es el salvavidas que imaginó su equipo de campaña para confrontar con Milei y meterse en el ballotage.
Porque hoy la polarización con el libertario la tiene más fácil Sergio Massa. Por el cargo que ocupa y por el posicionamiento político. Las primeras cinco encuestas publicadas tras las PASO revelan que Massa está hoy entrando a la segunda vuelta, con una ventaja sobre Bullrich que ronda los tres puntos, según el Observatorio de Encuestas de LPO.
Es una diferencia descontable y por eso, la tensión principal de este momento pasa por ver si Bullrich se termina de pinchar o logra relegar al peronismo. La segunda incógnita es si la ola le alcanzará a Milei para ganar en primera vuelta.
Melconian es muy consciente de lo que vale en este momento y parece dispuesto a cobrarse hasta el último centavo. Con el respaldo de Macri, ya logró barrer sin piedad a Luciano Laspina y Hernán Lacunza como candidatos a ministro de Economía. Lacunza se fue a Paris a visitar a un familiar.
Laspina, el más cercano a Bullrich, se quedó a pelear la presidencia del Banco Central. Patricia lo respalda, pero Melconian presiona a fondo para que le garantice que ese lugar también quedará para alguien suyo como Rodolfo Santangelo, o algo así. La tensión escaló a niveles personales. Laspina suele repetir en privado «yo soy mucho mejor que Melconian», entre menciones a ciertas coqueterías capilares del economista que impulsa Macri.
Se trata de un punto de tensión entre la candidata y el fundador del espacio, que le aviso que quería que anuncie a Melconian como ministro y se fue de viaje hasta que eso ocurra. Una manera de mostrarle que puede tomar distancia de su campaña.
Patricia pareció entender el mesaje y este jueves anunciará en Córdoba que Melconian será su ministro de Economía, si logra la difícil proeza de conquistar la Presidencia.