El Día del Síndrome de Down fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2011 para aumentar la conciencia pública y recordar la dignidad inherente y las valiosas contribuciones de las personas con esta condición como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
El síndrome se descubrió en 1959 como un desorden de cromosomas y es un tema de actualidad permanente al afectar en el día a día de forma muy variada en un amplio rango de personas en todo el mundo.
Se calcula que uno de cada 733 bebés nacen con este síndrome y solo en Estados Unidos hay más de 400.000 personas con este síndrome.
Los especialistas destacan la importancia de “incluir a la familia y a los hermanos de los chicos con discapacidad” para “no centrarse en el niño en sí, sino en qué lugar ocupa dentro del contexto familiar, porque las posibilidades y el lugar que se le dan dentro del contexto familiar son esenciales”.
El aprendizaje de los niños con síndrome de Down se da igual que en todos los demás niños, pero a un ritmo más lento. Cada chico es particular, no todas las situaciones se dan de la misma manera, pero una de las sugerencias es brindar a los chicos la mayor cantidad de experiencias de manera variada sobre un mismo tema.
Claro que hay que repetirles varias veces, hacerlos participar en el aula, en la casa, en el patio… Todo eso es necesario para un buen aprendizaje.
Otra de las características es que se cansan rápido y su atención es por un tiempo corto, entonces cuando un niño comienza la escuela es recomendable pedirle a los docentes que su trabajo sea corto y explicarles que con el tiempo eso se va a ir prolongando.
Al principio no se puede pretender que un niño esté las tres o cinco horas igual que el resto, porque se va a cansar y es inútil. Muchas veces su interés en las actividades está ausente, entonces lo que se recomienda es la motivación, trabajando con elementos llamativos, variados, que puedan llamar la atención.
Eso sí: los chicos no pueden realizar las actividades solos, siempre necesitan la ayuda del otro, por lo menos en los inicios del aprendizaje.