Luego de dos días cargados de tensión y múltiples especulaciones, se conoció finalmente el nombre de la sucesora de Martín Guzmán. Se trata de Silvina Batakis, quien hasta ahora se desempeñaba como secretaria de Provincias en el Ministerio del Interior. Bajo la órbita de Wado de Pedro, Batakis estuvo muy involucrada en la puja por recursos con la Ciudad de Buenos Aires, en el marco del litigio ante la Corte Suprema.
Su cargo de mayor exposición fue como ministra de Economía bonaerense durante todo el segundo mandato de Daniel Scioli, de 2011 a 2015, y se especulaba con que podría ocupar el cargo a nivel nacional si el exmotonauta lograba ganarle a Mauricio Macri.
Aunque originalmente respondía a Scioli, y era una de sus referencias en términos económicos, en el último tiempo se fue acercando al Instituto Patria y finalmente llegó al cargo con el aval de Cristina Kirchner.
Es que la larga jornada de ayer trajo una segunda novedad: Alberto Fernández y Cristina Kirchner volvieron a hablarse. Hasta ahora el vínculo estaba roto, y los más optimistas en el FDT creen que este podría ser el puntapié para que se establezca un nuevo vínculo político entre presidente y vice.
Pero sostener esto apenas por una comunicación telefónica de unos 20 minutos (que encima costó tanto que se realizara, porque Alberto Fernández se negaba a llamar) parece, como mínimo, algo prematuro. Estela de Carlotto fue quien ofició de mediadora y convenció al mandatario.
Al margen de los pergaminos que pueda o no tener Batakis para asumir al frente del Ministerio de Economía, la pregunta central es con qué programa llega. Si la intención de la flamante ministra es continuar con el “vamos viendo” que viene caracterizando al FDT, lo más probable es que la crisis económica continúe profundizándose.
De hecho, los principales indicadores (dólar, inflación, riesgo país) podrían acelerar su deterioro en el corto plazo si el mercado confía menos en Batakis que en Guzmán. Las señales respecto a qué hará con el acuerdo con el FMI serán un factor clave. Si son poco claras, la economía puede entrar en una zona de mayor turbulencia.
Por otra parte, ¿estos son todos los cambios que debemos esperar? Ayer trascendió que el gobierno preparaba un relanzamiento, incluyendo la designación de Sergio Massa como Jefe de Gabinete. Pero por el momento no hay más anuncios. Guzmán terminó renunciando porque jamás logró tener el control sobre todas las variables que hacen a la Economía, energía por ejemplo, ¿con Batakis se supone que será distinto? Sin que exista un cambio más profundo en el proceso de toma de decisiones, parece difícil que pueda tener de un margen de maniobra mayor al que poseía Guzmán, independientemente de sus intenciones y diagnósticos. Además, se trata, al igual que el discípulo de Stiglitz, de una funcionaria que llega sin peso político propio. De hecho, Batakis probablemente sea una desconocida para la gran parte de los argentinos.
Sin embargo, hay algo que sí cambió. Con la llegada de Batakis la crisis no es más de Alberto Fernández, ahora es de Cristina Kirchner, más aún si Sergio Massa no termina ingresando al gabinete, lo cual a esta altura parece lo más probable. En un mes, el presidente perdió a Matías Kulfas y a Martín Guzmán. Y a pesar de que se especulaba que designaría al nuevo ministro de Economía sin consultar a Cristina Kirchner o que este sería elegido enteramente por Massa, finalmente fue Cristina Kirchner la que terminó acercando el nombre de Batakis.
Una vez más hace valer su peso como la accionista mayoritaria de la coalición. Pero hasta ahora la vicepresidenta trataba de evitar el involucramiento directo en la gestión económica, eso le permitía arrojar dardos envenenados hacia Kulfas, Guzmán y Alberto Fernández en cada uno de sus discursos. Pero con Batakis esto cambia. Pase lo que pase, ahora la crisis también es de Cristina Kirchner.