Braian Romero será vendido al Inter de Porto Alegre y se suma al éxodo de figuras al fútbol brasileño

28 julio, 2022

Relegado detrás de Borja y Beltrán, el ex Defensa y Justicia acordó su arribo a un equipo que se refuerza pensando en la Copa Sudamericana.

A un año de su llegada a River Plate, Braian Romero deja la institución de Núñez para seguir su carrera en el fútbol brasileño, más precisamente en el Inter de Porto Alegre, institución en la que juegan los argentinos Gabriel MercadoVíctor Cuesta y Fabricio Bustos.

El delantero, que había tenido un buen desempeño en Defensa y Justicia, con grandes actuaciones y cosechando dos títulos internacionales como la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana, llegó al equipo de Marcelo Gallardo con la ilusión de establecerse como el 9 goleador que se precisaba tras la partida de Rafael Santos Borré.

Sin embargo, el nacido en San Isidro hace 31 años nunca logró afirmarse en ese rol y, opacado detrás de la figura de Julián Álvarez, debió conformarse con tener menos minutos y hacer cada vez más flojas sus estadísticas. Este 2022, por ejemplo, apenas marcó 3 goles en 25 partidos.

Tras la llegada del colombiano Miguel Borja, un pedido insistente de parte de Gallardo, y el regreso desde Colón de Lucas Beltrán, Romero perdió definitivamente la consideración en el once inicial por lo que se cree que esta desvinculación al Inter es una decisión avalada por todas las partes involucradas en la negociación.

Romero ya jugó en el fútbol brasileño, en la temporada 2019/2020, cuando fue cedido a préstamo por Independiente para jugar en el Athletico Paranaense. De allí retornó al Rojo y luego recaló en el Halcón de Varela, donde vivió sus días más felices, los que intentará tener ahora en la zona «gaúcha» del país vecino.

Si bien todavía no se precisaron detalles sobre la negociación, lo que está claro es que hay un acuerdo total para que Braian pase al Inter, equipo que además de la competencia doméstica se encuentra disputando la Copa Sudamericana.

En total, Romero se va de River luego de convertir 15 goles en 52 partidos (0,29 de promedio) y brindar 4 asistencias. Habrá que ver si ahora Gallardo pedirá por otro delantero en el mercado para ocupar esa vacante o si le dan la chance al colombiano Flabián Londoño, goleador de la Reserva.

Vale recordar que por esta venta y por la de Enzo Fernández, River puede incorporar a dos jugadores ya que ambas transferencias fueron al exterior: tiene tiempo hasta el 8 de agosto.

La alegría es solo brasileña

Una economía en crisis como la Argentina y una industria del fútbol como la brasileña, que ve crecer sus números en forma exponencial, solo podía decantar en este preocupante escenario que se ve en estos días, con grandes figuras y jóvenes proyecto mudando su talento al país vecino.

Con las recientes ventas de Fausto Vera al Corinthians y de Giuliano Galoppo al San Pablo, la corriente migratoria a la tierra de Pelé sigue en curva ascendente.

Palmeiras, el bicampeón de la Copa Libertadores, se llevó al correntino José Manuel López, la gran aparición de Lanús, y al uruguayo Miguel Merentiel, goleador de Defensa y Justicia en la pasada Copa de la Liga Profesional. Cristian Pavón, quien el 30 de junio terminó su vínculo con Boca, se sumó al Atlético Mineiro en el que se desempeñan Ignacio Fernández y Matías Zaracho. Fortaleza, en los últimos puestos del Brasileirão, se quedó con Emanuel Brítez, un referente de Unión, y Red Bull Bragantino apostó por el joven Kevin Lomónaco, que apenas había sumado 19 partidos en Primera entre Platense y Lanús.

Según un trabajo publicado por Clarín, hasta la llegada de Vera, Galoppo y ahora de Romero, eran 20 los futbolistas argentinos que se desempeñaban en equipos que disputan el Brasileirão. Una cifra que representa casi el 25% de los 81 extranjeros que juegan en el torneo de los pentacampeones mundiales (los siguen los uruguayos -14- y los colombianos -13-). La cantidad puede sorprender a algunos, pero ese número se mantiene constante desde hace una década, cuando las oportunidades para los compatriotas comenzaron a multiplicarse.

La diferencia ahora reside en el poderío de los brasileños a nivel económico, capaces de llevarse a los nombres que antes tenían asegurado su futuro en Europa. Y esa fortaleza no conoce nacionalidades: no es casualidad que el chileno Arturo Vidal haya terminado jugando en Flamengo.