El nuevo golpe al bolsillo de los posadeños tiene fecha y hora: a partir del primer minuto del lunes 14 de marzo empezará a regir el nuevo boletazo del transporte urbano de pasajeros, avalado por el Decreto municipal N°280/2022.
El nuevo cuadro tarifario contempla un costo de 30 pesos por pasaje con la tarjeta SUBE, mientras que para quienes no cuenten con el plástico (o con saldo suficiente en ella) se dispara a los 50 pesos por boleto. Representa un incremento de 50% para los que tienen tarjeta ya que el pasaje costaba $20 y de casi 100% para los que no tienen la SUBE.
Pero no quedará ahí, ya que el precio del “servicio” seguirá aumentando de forma escalonada, en otros dos tramos en los próximos meses. De forma que desde el 6 de junio el precio será de $40 con SUBE y $60 sin la tarjeta, mientras que desde el 8 de agosto el valor llegará a $50 y $70 respectivamente.
A los que no tienen el plástico se les castiga siempre con un recargo de 20 pesos en el precio, por encima de los que sí tienen.
En el mencionado Decreto N°280/2022, la Municipalidad establece que “las empresas concesionarias deberán mejorar y optimizar la prestación del servicio, conforme a los requerimientos planteados por los ciudadanos en la audiencia pública celebrada el 3 de febrero en el Centro del Conocimiento”.
Con lo cual, desde el poder concedente están reconociendo que hay numerosas falencias en el servicio y, a pesar de eso, otorgan igual un boletazo.
Entre los reclamos, que nunca se solucionan más allá de este tipo de declamaciones, figuran mayores frecuencias horarias, ampliaciones de recorridos, mejoras en las unidades, refacción y colocación de nuevos refugios para pasajeros (se especifican 187 en total) y más lugares de venta de la tarjeta SUBE.
Evadiendo la SUBE nacional
Por alguna razón que nadie explica el Grupo Z sigue evadiendo la obligación de instrumentar la SUBE nacional causando un grave perjuicio al bolsillo de los usuarios.
Las provincias tienen habilitados dos canales de subsidios nacionales: 1) – Fondo de Compensación al transporte público de pasajeros automotor urbano del interior; 2) – Atributo Social, que beneficia a trabajadoras domésticas, beneficiarios de ayudas sociales de ANSeS, jubilados y pensionados, los cuales acceden a un descuento del 55% en las tarifas.
Misiones sólo recibe el primer ítem por la negativa del Grupo empresario a instrumentar el plástico nacional. Entonces, los usuarios de Posadas, Garupá y Candelaria que integran esos grupos sociales no pueden gozar del descuento de 55% a causa de que el Grupo Z se niega sistemáticamente y desde hace años a adherirse.
Hay otros beneficios para los usuarios que usan el plástico nacional como por ejemplo: se puede utilizar en trenes y en cualquier provincia que tenga el sistema. En 2 horas se pueden hacer hasta 6 viajes con 5 combinaciones de transporte teniendo la mitad de descuento en el segundo pasaje y dos tercios de descuento en el tercero.
El propietario de una tarjeta puede abonar diferentes boletos en el mismo colectivo si desea viajar con acompañante.
El incremento en el precio del boleto urbano de pasajeros volvió a encender las quejas de los usuarios que además del nuevo golpe al bolsillo deben enfrentar diversas problemáticas por las ineficiencias del sector empresarial, como ser la falta de frecuencias, recorridos que no entran en los barrios, terminales cerradas por la noche, y aglomeración dentro de las unidades en horarios pico, entre otros puntos.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Luis Gilardoni, remarcó sobre el aumento en el costo del boleto que “30 pesos con la tarjeta es relativamente lo que creíamos que iba a pasar, pero se les fue la mano para los que no tienen la SUBE provincial porque se va ahora a $50”.
Sobre la eterna espera para la llegada de la SUBE nacional, que ofrece diversas ventajas para los consumidores en diferentes provincias del país, Gilardoni planteó que “ese es un gran problema que tenemos, porque ciertos beneficios no llegan debido a que Misiones no se adhiere al sistema nacional. El monopolio empresarial no puede seguir insistiendo en pedir más aumentos diciendo que tienen pérdidas, cuando en realidad ellos no permiten que exista un control real sobre sus ingresos”.
“Con el plástico que tenemos ahora (SUBE Misionero) hay mucha gente del interior que viene a Posadas para atenderse en el hospital o hacer trámites y no tienen la tarjeta, que además no es tan sencilla de conseguir, entonces tienen que pagar el precio sin SUBE. Hay una discriminación muy grande hacia esas personas que se solucionaría con la SUBE nacional, que se podría comprar en cualquier kiosco o lugar que la venda. Hay un gran manejo por parte de la empresa para que no se implemente el sistema nacional”, cuestionó.
Por otro lado, señaló que “cada vez que empieza el receso escolar sacan muchas frecuencias. Ahora, con el reinicio de las clases, volvieron algunas unidades en ciertas líneas, pero en otras todavía hay que esperar alrededor de una hora para poder tomar el colectivo”.
“También hay problemas con el horario de los recorridos nocturnos, porque no puede ser que las terminales de transferencia cierren a las 10 de la noche cuando todavía hay muchos estudiantes o trabajadores que recién están volviendo a sus casas”, consideró.
Desde que se conoció la noticia, las quejas de los usuarios explotaron en los portales digitales y redes sociales. “Las empresas siempre hacen las mismas promesas y después que consiguen subir el precio ni los horarios cumplen”, “los gobiernos que permiten estos abusos no tienen empatía con los ciudadanos”, “antes de pedir más aumentos para sus bolsillos tienen que empezar a mejorar los servicios que siempre viajamos mal o apretados”, son algunos ejemplos de los cuestionamientos que expresan los usuarios.
Fuente: primeraeidcionweb