Argentina no pudo comenzar con un triunfo en su camino en la Copa América de Brasil: igualó 1-1 ante Chile en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro. El seleccionado albiceleste marcó distancias desde el juego en la etapa inicial y sacó ventaja gracias a un tiro libre perfecto de Lionel Messi. Pero se quedó en el complemento y se le escurrió la victoria en la conquista de Eduardo Vargas, quien tomó el rebote del penal que Dibu Martínez le tapó a Arturo Vidal.
Ni 4-3-3 ni 5-3-2, dibujo que sugerían desde el complejo de Ezeiza que podía utilizar la Selección. El elenco argentino se paró con un 4-4-2, con Nico González flotando sobre la izquierda, siguiendo al lateral Mauricio Isla, pero al mismo tiempo siendo agresivo en ataque. Así y todo, los primeros compases fueron de Chile, que juntó sus líneas para no dejar resquicios y presionó en bloque. De esa manera, incomodó a su adversario.
Pero Argentina empezó a hacer pie una vez que superó el primer acoso, desde los pies de Gio Lo Celso. El futbolista más libre de responsabilidades del mediocampo fue incisivo en sus intervenciones para generar peligro en continuado. Aún sin tener plena posesión, la Albiceleste generó un puñado de chances claras. A los 7′, Messi remató cruzado y ancho. A los 11, el volante del Tottenham habilitó a Lautaro Martínez desde la izquierda y el hombre del Inter conectó con exceso de potencia; el balón se fue alto.
A los 15, 16 y 17 lo tuvo Nico González, dos veces tras sendas cesiones de Lo Celso (una mano a mano; en ambas intervino con pericia Claudio Bravo), y la restante de cabeza.
Las tres jugadas claras de gol de Nicolás González en el primer tiempo de Argentina-Chile
Ese ramillete de oportunidades insufló de confianza a los dirigidos por Scaloni, que tomaron control del cotejo. Chile llegó a los 26 minutos tras una segunda jugada, que dejó a Menezes rodeado, pero perfilado de zurda dentro del área: su intento cruzado se marchó por línea de fondo.
Pero a los 33, Lo Celso forzó una infracción de Pulgar en el borde del área. Y Messi, esta vez, no falló: con un zurdazo con un efecto delicioso, superó a un Claudio Bravo que le había ganado el duelo en Santiago del Estero, por Eliminatorias.
A los 37 minutos Argentina pudo haber ampliado con una acción colectiva: Messi asistió con un caño imperfecto a Montiel, que dejó a Lautaro Martínez de frente a Bravo, pero su lanzamiento resultó mordido.
Apenas un poco de empuje le alcanzó a Chile para alcanzar el empate en el inicio del segundo tiempo, prueba de que al conjunto argentino todavía le falta consistencia. Generó dos jugadas de riesgo y convirtió el 1-1. A los 7′ del complemento, el pase filtrado a Vargas pasó por detrás de Otamendi, pero Dibu Martínez achicó con pericia. El tema es que Arturio Vidal fue al rebote y Tagliafico, en el afán de rechazar, terminó golpeándolo. El árbitro Wilmar Roldán no lo advirtió en primera instancia, pero el VAR lo convocó y marcó el remate desde los 12 pasos. Se hizo cargo el Rey Arturo, el arquero rechazó en gran estirada, pero Vargas tomó el rebote y firmó la parda.
En pos de reasumir la iniciativa, Scaloni apostó a un singular doble cambio: entraron Exequiel Palacios y Di María por Paredes (el 5 del equipo) y Lo Celso (la figura excluyente de la etapa inicial). A esa altura, al partido lo ganaron los roces y las imprecisiones. Argentina buscó con algunos destellos de Messi. Como a los 25, cuando una mediavuelta del astro del Barcelona fue contenida por Bravo. O a los 33, cuando habilitó a González y el ex Argentinos, en lugar de patear, lanzó el centro al medio. O a los 34′, cuando le puso el gol en la cabeza al propio González, pero el testazo se fue por encima del travesaño.
El DT, pues, apeló una vez más al banco para hallar contundencia: Agüero y Joaquín Correa ingresaron por Lautaro Martínez y González. Y trocó laterales: Nahuel Molina por Montiel. Desde el deseo y el fervor, Argentina dejó la imagen de haber sido el que más intentó. Así fue, pero en el segundo tiempo se desdibujó su nivel.
Resultó casi un calco de lo que ocurrió en Barranquilla ante Colombia, por Eliminatorias: Argentina jugó un buen primer tiempo, justificó la ventaja, pero evidenció mandíbula floja en la segunda parte. Así, como en Santiago del Estero hace dos semanas, repitió el 1-1 ante Chile. Y deberá encontrar regularidad en su juego (y firmeza en defensa) para revalidar sus credenciales de candidato al título. El viernes, ante Uruguay en Brasilia, tendrá la posibilidad de hacerlo.