Alberto Fernández es uno de los mandatarios con mayor desaprobación de América Latina

27 mayo, 2022

Detrás de los presidentes de Perú, Pedro Castillo, y Colombia, Iván Duque, el mandatario argentino fue ubicado en el podio de los líderes con más imagen negativa de la región. Esa tendencia se consolidó en los primeros meses de 2022, según un informe de la ONG Directorio Legislativo

Alberto Fernández transita su tercer año de mandato al frente de una Argentina sumergida en una profunda crisis económica y dilapidando el poco capital político que le queda en disputas internas con Cristina Kirchner. La fractura en el Frente de Todos en un contexto de incontrolable inflación, luego de haber sido derrotado en las elecciones de medio término de 2021, llevaron al presidente argentino a ubicarse en el podio de los líderes con mayor desaprobación en América Latina.

Así lo sostiene el informe “Imagen del poder”, elaborado por la ONG Directorio Legislativo, que concluyó que en los primeros meses de 2022 en la mayoría de los países de la región se mantuvieron en alza los niveles de desaprobación altos o muy altos. En el caso de Alberto Fernández su índice de desaprobación escaló al 60% posicionándose en tercer lugar detrás del peruano Pedro Castillo (71%) y el jefe de Estado de Colombia, Iván Duque (69%). Detrás del mandatario argentino se encuentran el presidente de Brasl, Jair Bolsonaro (53%), el mexicano Andrés Manuel López Obrador (41%) y el de Chile, Gabriel Boric (41%).

Transversal a la ideología, los altos índices de desaprobación también han alcanzado a aquellos líderes que están transitando la etapa inicial de sus mandatos.

“Hay una tendencia muy sólida evidenciada en desaprobaciones altas -por sobre los niveles de aprobación-, en la mayoría de las presidencias de la región”, explicó Mario Riorda, presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigaciones en Campañas Electorales y director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral, al analizar los resultados del informe.

Según indicó, esta tendencia “es una novedad” en la región. Durante siete años, desde 2002 a 2009, la aprobación de gobierno, en promedio, aumentó de 36% a 60% entre los 18 presidentes latinoamericanos. Sin embargo, ese panorama empezó a cambiar a partir de 2010.

Riorda mencionó dos fenómenos que en la actualidad se conjugan en la región: caídas rápidas de aprobación al poco inicio de los mandatos de gobierno; y desaprobaciones consolidadas en formatos “gravados o híper agravados”.