“También somos Posadas”, dicen los vecinos del Barrio El Porvenir II que pasaron todo el verano sin agua

24 febrero, 2023

El barrio El Porvenir II se encuentra sobre la ruta provincial 213, cruzando el by pass de la ruta nacional 12, frente a la explanada donde se proyecta un parque solar fotovoltáico.

Sin poder cocinar, bañarse ni limpiar la casa. Así viven los vecinos de El Porvenir II, donde la red de agua potable es escasa y hace más de un mes la falta del líquido vital se agudizó debido a un problema con las bombas de los tanques distribuidos en diferentes esquinas del barrio.

https://youtu.be/Ab810h_mhfU

El barrio El Porvenir II se encuentra sobre la ruta provincial 213, cruzando el by pass de la ruta nacional 12, frente a la explanada donde se proyecta un parque solar fotovoltáico.

El lugar está más cerca de Corrientes que de Posadas, ya que el GPS consigna que el centro de la ciudad capital está a 17 kilómetros, mientras que el límite interprovincial está a 10.

Allí, la mayoría de las casas no cuenta con red de agua potable y las familias se abastecen de los diferentes tanques de entre 6.000 y 8.000 litros instalados en distintos puntos.

Sin embargo, hace más de un mes que tampoco tienen esa posibilidad debido a un problema que, según dijeron a La Voz de Misiones, está relacionado al desperfecto de las bombas encargadas de llenar de agua esos reservorios.

Ante esta situación, los vecinos deben recorrer a diario el barrio para verificar en qué tanque hay agua y cargar tachos para trasladarlos hasta sus casas. Así, varias veces al día.

“Mi familia es numerosa. En casa somos siete. Nos vinimos a vivir a casa de mi papá en la pandemia, porque la situación estaba jodida. Somos humildes, pero trabajadores, no podemos vivir así. Estamos viviendo un infierno este verano”, señaló Víctor, un vendedor ambulante que recorría el barrio en moto con un tacho de 20 litros en busca de agua.

“Necesitamos el agua para cocinar, para bañarnos, para limpiar la casa. No se puede vivir así y hace más de un mes que el problema no se resuelve”, se quejó el trabajador ante las cámaras de LVM.

Pero el hombre de 50 años es solo uno más de los miles de vecinos enfrentando el mismo drama.

Jorge, por ejemplo, estaba llenando dos bidones junto a su pequeño hijo en uno de los pocos tanques donde la bomba todavía funciona.

“Somos pobres y con esto te hacen sentir más pobre aún. Yo vivo a ocho cuadras de acá y tengo que venir diez veces por día a buscar agua para llenar el tanque de mi casa. Y si no está mi nene, tengo que venir más veces”, contó a La Voz de Misiones.

En el barrio existen varios tanques distribuidos en diferentes esquinas. En algunos todavía funciona la bomba, otros son rellenados por camiones cisternas que van al lugar, pero los vecinos aseguran que algunos son cargados solo una vez al día y el agua se agota pronto.

“Yo hace 17 años que vivo acá y la falta de agua es el problema de siempre, pero ahora es peor. Dicen que es porque las bombas no funcionan, pero no puede ser que no solucionen eso”, lanzó a LVM una enojada vecina que ayer se preparaba para cortar el by pass.

“Nosotros vamos a seguir peleando por nuestros derechos, aunque después nos manden la Policía a nuestras casas. Yo no tengo miedo y soy capaz de ir presa con tal de que mis hijos tengan agua para tomar”, fustigó la mujer.

Es que los vecinos afirman que hace un mes cortaron la ruta como protesta y en un momento llegó la Policía para desalojar la arteria. Junto a la fuerza estuvo Luciana Scromeda, coordinadora de Tierra y Hábitat de la Municipalidad de Posadas, a quien le atribuyen la responsabilidad de solucionar el problema.

“Scromeda esa vez nos dijo que al día siguiente de la protesta el problema iba a estar solucionado y que las bombas iban a volver a funcionar, pero pasó más de un mes de eso y acá sigue todo igual”, se quejó Javier, otro habitante de la barriada, al tiempo que mostró un video de aquel día de promesas sobre la ruta.

Por el momento, lo único que sobresale en el barrio es el aporte del “chico del tanque”, un vecino que día a día carga una cisterna de 400 litros en su motocicleta con remolque para distribuir agua en la zona, con prioridad para las personas con discapacidad y adultos mayores. El joven, que no quiso mostrarse en cámara, recibe vales de combustible y herramientas, pero su trabajo es mayormente voluntario.

En ese contexto, en El Porvenir II, donde el último censo marcó la existencia de más de 2.500 familias, los vecinos no viven, sobreviven. Enfrentando las temperaturas extremas del verano, contando los minutos de cada ducha, lavando la ropa de vez en cuando y sin poder baldear sus casas.

Fuente: LVM